El cardenal Müller recuerda que «la Iglesia no puede cambiar la indisolubilidad del matrimonio»

Durante un breve encuentro con los periodistas en la Universidad Francisco de Vitoria, el cardenal explicó que «en el derecho divino la Iglesia no tiene autoridad para cambiar la doctrina ni los fundamentos dogmáticos». «Cuando el matrimonio es válido la Iglesia no puede aceptar un segundo matrimonio porque la indisolubilidad va hasta la muerte. Un segundo matrimonio es una contradicción objetiva», apuntó.

En línea con la exhortación apostólica postsinodal, Müller señaló que la Iglesia «debe ver la fragilidad y la debilidad del hombre» y «plantearse cómo integrar» a estas personas. «Este contacto del diálogo con las personas es muy importante, ya que hemos perdido la dimensión personal de la pastoral», apuntó.

Aunque Amoris laetitia (La alegría del Amor) no cierra ninguna puerta a los divorciados que se han vuelto a casar tampoco las abre como norma general. En el documento el Papa Francisco invita a un enfoque diferente: acabar con la condena automática de personas que viven en situaciones matrimoniales «llamadas irregulares» e integrar a los divorciados valorando en privado la situación de cada persona.

Arropado por un buen número de obispos, entre ellos, el arzobispo de Madrid, Carlos Osoro, y el cardenal Antonio María Rouco Varela, el prefecto de la Congregación de la Doctrina de la Fe participó este martes en la Universidad Francisco de Vitoria en la presentación del libro-entrevista «Informe sobre la esperanza» (Biblioteca de Autores Cristianos, BAC).

En la publicación, el cardenal y editor de las obras completas de Joseph Ratzinger en lengua alemana es entrevistado por Carlos Granados, sacerdote y director de esta editorial de la Conferencia Episcopal Española. Las preguntas plantean un interesante recorrido sobre las cuestiones más relevantes que se le plantean hoy a la fe , como la crisis de esperanza que sufre Occidente, el avance de la ideología de género, el sacerdocio femenino, la relación entre la doctrina y la vida, el celibato sacerdotal o la indisolubilidad del matrimonio.