Biden pide defender en las urnas el derecho «fundamental» al aborto ante la inminente sentencia del Supremo

Este martes, la vida política de EE.UU. ha quedado en suspenso, todos pendientes de este fallo, mirando a las elecciones parciales que tendrán lugar en noviembre y de las que saldrá un poder legislativo que tendrá en su mano si regula o no el aborto como le pide directamente el Supremo en su sorprendente fallo.

Incluso el presidente Joe Biden ha hecho algo tan inusual como pronunciarse sobre una filtración, recordando que él apoya lo que denomina «el derecho de la mujer a decidir» . Lo ha hecho para pedir el voto para los demócratas en las elecciones de noviembre, dando garantías de que ellos se encargarán de legislar sobre el aborto de una forma que ponga freno a los intentos de los estados conservadores de restringirlo a las 16 semanas o menos de gestación. «Recaerá sobre los cargos electos de nuestra nación a todos los niveles de gobierno el proteger el derecho a decidir de la mujer. Y recaerá sobre los votantes elegir a los cargos que estén a favor del derecho a decidir este noviembre. A nivel federal, necesitaremos más senadores a favor del derecho a decidir y una mayoría a favor del derecho a decidir en la Cámara para adoptar legislación», dijo.

Biden asume la línea de razonamiento de la Corte. La opinión publicada por 'Politico' la escribe el juez conservador Samuel Alito, nombrado por George Bush hijo en 2005. « La Constitución no hace referencia al aborto y ningún derecho de este tipo está protegido implícitamente por ninguna disposición constitucional», asegura. Del fallo de 1973 dice que es «excepcionalmente débil, y ha tenido consecuencias perjudiciales». Y añade: «Es hora de hacer caso a la Constitución y devolver el tema del aborto a los representantes del pueblo».

El juez Alito argumenta en la sentencia que varias leyes promulgadas en los siglos XIX y XX criminalizaron ya entonces el aborto, del que no hay mención como derecho en la Constitución de 1787. El magistrado afirma además que la elevada demanda de adopciones hace que el aborto sea innecesario.

Casi tanta conmoción como la decisión provocó la filtración misma. El presidente de la Corte, John Roberts, confirmó este martes que el borrador es auténtico y abrió una investigación. En un comunicado, dijo que su filtración es «un flagrante quebrantamiento de confianza y una afrenta a la Corte».

Es completamente insólito que del Supremo se filtre un borrador de decisión, más tan importante como este. Se trata de una corte que opera con máximo secretismo y una gran concordia entre sus miembros, sean conservadores o progresistas. 'Politico' solo dijo en la crónica que publicó junto al borrador de sentencia, que recibió «la copia de una persona conocedora de los procedimientos de la Corte sobre el caso con otros detalles que respaldan la autenticidad del documento». El borrador tiene 98 páginas , con un apéndice de 31 páginas de leyes estatales sobre el aborto.

La presidencia de Donald Trump dejó una Corte sólidamente conservadora , ya que el expresidente, que pasó de estar a favor del aborto a oponerse a él al lanzar su candidatura, nombró a tres de los nueve magistrados: Neil Gorsuch, Brett Kavanaugh y Amy Coney Barrett. Todos ellos se sumarán con toda probabilidad a la mayoría, con la decisión promulgada por el juez Alito, secundada por Clarence Thomas. Los jueces progresistas son apenas tres, y se espera que todos ellos se opongan. Queda en el medio el presidente del tribunal, Roberts, que ha pasado de ser un voto conservador a ser más centrista.

El caso sobre el que se pronuncia la máxima instancia judicial de EE.UU. es el de una ley estatal en el estado de Misisipí que ilegalizaría el aborto tras 15 semanas de gestación. Los demócratas tienen una exigua mayoría en las dos cámaras del Capitolio, con poco margen de maniobra . Las encuestas prevén avances republicanos en esos comicios.

La decisión judicial de 1973, conocida como «Roe v. Wade», legalizó el aborto en EE.UU. como un derecho de la mujer «hasta que el feto sea viable», algo que se suele interpretar en torno a las 24 semanas. Desde entonces, según datos del Gobierno, se han practicado en EE.UU. más de 62 millones de abortos. Posteriormente, los diferentes Estados han legislado de forma más o menos restrictiva, dependiendo de las mayorías políticas que se han ido conformando en los estados.