Baleares convoca siete plazas de médico y excluye por el catalán a tres de los cinco aspirantes
Hace apenas un mes, el IB-Salut hizo un llamamiento en castellano para captar facultativos de la península en las redes: «Baleares necesita médicos»
El llamamiento de Baleares para médicos del resto de España
Hace apenas un mes, el servicio balear de Salud (IB-Salut) buscaba a la desesperada profesionales sanitarios fuera de las Islas . «Ven a trabajar con nosotros. En las Islas Baleares necesitamos médicos de familia», rezaba el mensaje lanzado en las redes. La subdirectora ... asistencial de Humanización, la doctora Rosa Duro, prometía una suerte de edén laboral en el que vendía, entre otras cosas, «la calidad de vida y el excelente clima» en el archipiélago, a través de un mensaje escrito íntegramente en castellano . Paradójicamente, la política lingüística del Govern balear de la socialista Francina Armengol, sigue excluyendo al personal sanitario de las bolsas de trabajo y de las oposiciones por no tener el título de catalán .
La escabechina es constante. La última ha afectado a una convocatoria para cubrir plazas de interinidad para médicos de Urgencias en el hospital Can Misses de Ibiza, donde desde hace años existen serias dificultades para captar personal sanitario y frenar la constante fuga debido al alto precio de la vivienda en la Isla y la falta de incentivos laborales. En concreto, la convocatoria, publicada el 30 de septiembre, ofrecía siete plazas para Urgencias del Área de Salud de Ibiza y Formentera. Finalmente, sólo cinco médicos se han presentado, de los cuales tres han sido rechazados por no tener el nivel de catalán requerido.
La lista provisional publicada este miércoles especifica que el motivo de la exclusión de estos tres médicos es el apartado «c del punto 2.1» de la convocatoria, es decir, por no «disponer del nivel de catalán exigido según la normativa vigente en materia de política lingüística de las Islas Baleares». La resolución se produce apenas 15 días después de que la consellera de Salud, Patricia Gómez, asegurara que «el catalán no será un impedimento para trabajar en Baleares» y llamara a la «tranquilidad», tras la decisión del Tribunal Supremo de inadmitir el recurso de casación del Govern balear. Esto implica que, a partir de ahora, el 'requisito en diferido' que posibilitaba la moratoria de dos años para sacarse el título, se elimine y el catalán se convierta en requisito imprescindible para entrar en las bolsas de trabajo o para opositar. Una situación que la consellera aseguró que era posible «aplazar».
«Con un déficit crónico de especialistas y la gran demanda existente no nos podemos permitir prescindir de ninguno de ellos por el requisito lingüístico», argumenta el Sindicato Médico de Baleares, que calcula que en las Islas hacen falta entre 350 y 400 médicos , 40 especialistas, además de la avalancha de facultativos de primaria que se van a jubilar en el próximo lustro y que dejarán un ‘agujero’ en las consultas. Simebal defiende que «en este contexto, debería primar el interés común», ya que el requisito lingüístico disuade para captar médicos que se necesitan urgentemente.
Los médicos explican que interinidades como ésta del Hospital Can Misses de Ibiza ayudarían a estabilizar a los médicos para que no se vayan a otro sitio. «La interinidad es el paso previo para convocar interinos; si no hay médicos, tenemos un problema para atender pacientes y habrá un problema de cara a las oposiciones, ya que no se van a presentar por la imposición del catalán», avisan fuentes sanitarias consultadas. Por su parte, desde el IB-Salut alegan que la convocatoria destinada a consolidar plazas de médicos de Urgencias en Can Misses todavía no ha sido resulta y es provisional .
En los últimos meses, la sangría de sanitarios rechazados de las bolsas de trabajo y oposiciones no ha parado. Dos de cada diez dentistas que aspiraban a un trabajo fijo en la sanidad pública balear no pudieron presentarse por culpa de la exigencia del catalán. Las listas definitivas de candidatos admitidos al concurso oposición en la categoría de odontólogo, estomatólogo del área de atención primaria detalla que de los 66 candidatos, 11 han sido rechazados por no acreditar este requisito lingüístico o porque la fecha de expedición del título estaba fuera de plazo de la solicitud. Lo mismo está ocurriendo con las bolsas de trabajo . Hace apenas un mes, más de 2.000 celadores, 12 enfermeras y una cuarentena de trabajadores e higienistas dentales se quedaron fuera del nuevo corte en la bolsa de empleo del IB-Salut por no acreditar el nivel B1 de catalán.
Las listas de espera, disparadas
Mientras tanto, las listas de espera sanitarias en las Islas se han disparado , especialmente en Ibiza. Actualmente, 13.938 pacientes aguardan para una operación, de los cuales más de 3.000 alcanzan una demora de más de seis meses. Las diferencias entre las islas pequeñas son alarmantes. En Ibiza hay 2.278 pacientes en listas quirúrgicas, mientras que en Menorca se reducen a 1.371 y sólo 21 en Formentera.
El Sindicato Médico pide «sentido común» al Govern balear para gestionar la convocatoria de oposiciones y las bolsas de trabajo , y reivindica que el catalán sea un mérito, en vez de requisito. Mientras tanto, el mensaje desesperado del IB-Salut para captar médicos de familia omite la exigencia del catalán o medidas controvertidas como la de abrir expediente informativo a cualquier profesional denunciado por no atender en catalán ante la Oficina de Derechos Lingüísticos, controlada por el ala más radical de los nacionalistas de Més.
De hecho, el expediente informativo contra la doctora del centro Son Pisà denunciada por «no querer entender el catalán» sigue abierto después de que la presidenta Armengol ordenara reabrirlo por presiones de sus socios nacionalistas y pese a que el IB-Salut zanjó el asunto y avaló la correcta actuación médica. La doctora negó la «agresión lingüística» y aseguró que entendía el catalán y que en ningún momento pidió a la paciente que cambiara de lengua, aunque le indicó que se dirigiría a ella en castellano.
El tema lingüístico se ha reavivado en la sanidad pública balear desde que el llamado Pacto de Progreso formado por el PSOE, Podemos y los nacionalistas de Més per Mallorca cambiaran la Ley de Función Pública para que el catalán fuera obligatorio para trabajar en la administración pública, aunque excepcionaron la sanidad debido a la falta de médicos y enfermeras. En 2018, y ante la presión de sus socios soberanistas, Armengol aprobó un decreto para imponer el catalán a todos los profesionales sanitarios. El fuerte rechazo social obligó a rebajar el nivel inicialmente requerido y conceder una moratoria de dos años para sacarse el título. Pasado ese plazo, si el trabajador sanitario no acredita los conocimientos de la lengua catalana, se le penaliza sin el pago de la carrera profesional y sin derecho a traslados. Contra este decreto autonómico se pusieron dos recursos y el pronunciamiento del TSJB provocó la anulación de la normativa, incluida la moratoria de dos años. La reciente decisión del Tribunal Supremo ha abierto un escenario de incertidumbre sobre qué pasará a partir de ahora y que deja en el aire decenas de procesos de selección de personal sanitario en las Islas.
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