Asciende a 38 el número de personas afectadas por un brote de hepatitis A en un restaurante de Palma

«Hoy tenemos 38 casos identificados, cinco de los cuales son terciarios, lo que significa que estas personas se han contagiado a partir de otra persona que a su vez se había contagiado de lo que decimos caso primario», ha explicado la directora general de Salud Pública en rueda de prensa. Dicho caso primario sería «la persona manipuladora de alimentos de quien pensamos que empezó el brote». De los citados 38 casos detectados hasta ahora, cinco corresponden a empleados del restaurante del que surgió el brote. Ninguno de ellos está trabajando ahora en dicho local.

Cabe recordar que, según la Organización Mundial de la Salud (OMS), la hepatitis A es una enfermedad hepática causada por un virus específico. Éste se transmite principalmente cuando una persona no infectada come o bebe algo contaminado por heces de una persona portadora de ese virus. La enfermedad está estrechamente asociada a la falta de agua salubre, un saneamiento deficiente y una mala higiene personal. Los síntomas de la hepatitis A tienen carácter moderado o grave y comprenden fiebre, malestar, pérdida de apetito, diarrea, náuseas, molestias abdominales, coloración oscura de la orina e ictericia, aunque los infectados no siempre presentan todos esos síntomas.

El brote empezó a mediados del pasado mes de diciembre . Se descubrió cuando un médico de familia informó de que había detectado a dos pacientes con síntomas de hepatitis A que habían comido en el mismo restaurante. Dicho establecimiento está ubicado en la calle 31 de diciembre de Palma. A partir de ese momento se inició una investigación por parte del Servicio de Salud, que permitió detectar al primer afectado, un trabajador del propio restaurante. Al parecer, dicho empleado habría provocado el brote a través de una manipulación incorrecta de los alimentos, por una supuesta falta de higiene.

La primera inspección por parte de Seguridad Alimentaria al local afectado se realizó el 19 de diciembre. La directora general de Salud Pública ha explicado que en aquel momento se decidió no clausurar el restaurante porque sólo había tres personas infectadas y porque el empleado que habría dado origen al brote estaba ya entonces de baja. Aun así, se solicitó al establecimiento que subsanase las deficiencias técnicas detectadas en aquella primera inspección.

Con el paso de los días, fueron apareciendo nuevos casos, hasta sumar inicialmente 25 en total, por lo que en una segunda inspección se acordó ya el cierre provisional del local, que tuvo lugar entre los días 10 y 19 de enero. Además, se exigió al restaurante que tirase todos los alimentos que tenía entonces y que se desinfectasen por completo las instalaciones.

Una vez que el local cumplió todas las exigencias citadas, volvió a abrir sus puertas . En cualquier caso, el Gobierno balear abrió un expediente a este establecimiento por las diversas deficiencias detectadas en diciembre y en enero. El proceso acabará ahora con la imposición de una sanción a dicho local. La directora general de Salud Pública no ha cuantificado hoy, sin embargo, cuál será el importe de la citada multa.

Preguntada sobre la posible falta de vacunas para la hepatitis A en Baleares durante el pasado año, Ramos ha indicado que «es cierto que durante 2017 ha habido un problema de desabastecimiento de vacunas de hepatitis A, pero eso no afectaba a las vacunas que nosotros tenemos reservadas cada año para cuando hay un brote de estas características». En ese sentido, ha añadido que «para brotes como éste ha habido vacunas siempre».