El brote de enterovirus de Cataluña causa tetraplejia a una niña de 3 años

En una entrevista televisiva, el consejero de Salud, Antoni Comín precisó que nueve de los cuarenta niños menores de seis años afectados requirieron hospitalización al sufrir daños neurológicos y que dos de ellos están en la UCI con pronóstico reservado. Según Comín solo un menor está grave , el afectado por el virus D-68.

Se trata de una niña de 3 años que ha quedado afectada de tetraplejia después de haber sufrido una encefalitis por el virus, han informado a Europa Press fuentes del Institut Guttman de Badalona (Barcelona), donde está ingresada en esta situación desde hace tres semanas.

La niña fue derivada del Hospital Vall d'Hebron de Barcelona al Institut Guttman , donde ha iniciado un tratamiento de rehabilitación, y estas mismas fuentes han explicado que las afectaciones neurológicas son de evolución variable y no puede saberse si se trata de una afectación irreversible, si bien es «severa y grave».

Al parecer seis de los niños afectados siguen hospitalizados y aislados en el Hospital Joan XXIII de Tarragona con problemas de habla y movilidad y uno de ellos, con pronóstico más grave, fue trasladado al Vall d'Hebron. Al parecer también hay hospitalizados en el Hospital Sant Joan de Déu de Barcelona. Las autoridades sanitarias no quisieron confirmar este extremo ni tampoco si hay adultos afectados por el brote, como apuntan fuentes hospitalarias. Se limitaron a afirmar que los primeros casos se detectaron en febrero y que, a finales de abril y principios de mayo, al identificarse un número inusual de niños afectados, se creó una mesa de seguimiento que lidera el Hospital del Vall d’Hebron de Barcelona, que ayer por la tarde se reunió.

Comín hizo un llamamiento a la calma pero su departamento no aclaró, sin embargo, los puntos que crean intranquilidad y pospuso cualquier detalle más sobre el brote a la rueda de prensa que hoy, 48 horas después de estallar la crisis, se celebrará en la sede de la consejería.

La doctora Magda Campins , responsable del Servicio de Medicina Preventiva y Epidemiología del Valle Hebron, admitió que el primer caso de infección vírica por enterovirus, del tipo D-68, el único confirmado hasta ahora se detectó en febrero en su hospital. Se trata, según precisó de un menor con un cuadro neurológico de una parálisis que había tenido pocos días antes fiebre y problemas respiratorios.

«Se detectaron enterovirus en heces y en muestras respiratorios, y al determinar su tipo se vio que eran del D-68, que en 2014 había provocado un brote en EE.UU., y que también había aparecido en otros países», dijo la doctora. En este primer caso, que ha sido el más severo, el paciente desarrolló una mielitis , que es una inflamación de los músculos del sistema nervioso central que produce parálisis, una lesión que también se ha producido en otros casos, pero con carácter leve, y que luego se ha solucionado.

Según Campins, en marzo y en abril hubo más casos de infección por enterovirus y en otros hospitales se dieron cuadros similares. Precisó, sin embargo, que no se efectuó en todos ellos el examen pertinente para encontrar el subtipo, que consiste en un estudio microbiológico con una muestra de secreción respiratoria y de heces. «Los afectados presentan cuadros de encefalitis producidos por enterovirus, pero no saben por qué tipo, porque como hay poca carga viral cuesta mucho amplificar la muestra», indicó la epidemióloga. Los análisis se han centralizado en el Hospital de Sant Pau de Barcelona. Pese a que ya se han obtenido algunos resultados, Campins añadió que incluso desde el Centro Nacional de Microbiología se está tratando de determinar el tipo de virus que hay en el brote.

Expertos consultados por este diario coincidieron en calificar de «inusual» el impacto y la casuística de este brote. «La alarma ha saltado por el gran número de casos con alteraciones neurológicas, más graves que los cuadros habituales de otros años, que suelen ser meningitis víricas o asépticas que se resuelven sin problema», indicó en declaraciones a ABC la catedrática de Microbiología del Departamento de Genética, Microbiología y Estadística de la Universidad de Barcelona (UB) Rosina Gironès . Entre los cuadros diagnosticados a los 40 menores se encuentran encefalitis, una infección en el tronco cerebral y el encéfalo que causa temblores, parálisis en las extremidades y somnolencia. La catedrática de la UB coincidió con Campins en que «se sabrá el alcance real del brote cuando se conozcan con detalle los apellidos del virus o los virus que han causado los casos, que son muchos».

«No es fácil determinar qué virus nos visitan porque muchos de ellos pueden provocar un solo cuadro», precisó la experta. Recordó asimismo, que muchos menores pueden llevar el virus latente y no presentar sintomatología. «Pueden haber hasta 200 niños infectados que excretan el virus y solo uno que desarrolle sintomatología», dijo Gironès. «Los enterovirus son primos hermanos de los virus de la poliomielitis y hay cerca de un centenar, es difícil, a veces, dar con el subtipo», precisó Antoni Trilla, epidemiólogo del Hospital Clínic.

Magda Campins destacó, además, que estos casos de enterovirus se han dado en todo el territorio catalán sin un «nexo común».

Por su parte, el presidente de la Sociedad Catalana de Pediatría (SCP) de la Academia de Ciencias Médicas de Cataluña, Ferran Moraga Llop, aconsejó a padres y guarderías extremar las medidas de higiene lavando sus manos y las de sus hijos, para no contagiar el enterovirus. Advirtió de que este virus puede producir fiebre en dos etapas y pasar uno o dos días sin fiebre para subir después.

En declaraciones a Efe, el responsable de la SCP recordó que los niños con fiebre no deben acudir a la guardería ni al colegio y ha explicado que este virus ya causó en los años 60 un brote importante en Estados Unidos. Los médicos que se encuentren ante un posible caso de infección por enterovirus tienen que pedir un estudio microbiológico con muestras de secreción respiratoria y de heces de los niños afectados. En algunos casos con sospecha de afectación neurológica se requiere una análisis del líquido cefalorraquídeo.