Un ahogado cada ocho horas en julio

Con este mes de julio «terrible» , según la responsable del Informe Nacional de Ahogamientos (INA), Jessica Pino Espinosa, el número de fallecidos en los siete primeros meses del año se eleva a 305, un 14,6 por ciento más que el mismo periodo del año anterior y casi un centenar de muertos más que en 2015, cuando fallecieron 212 personas.

Para Pino, la principal causa de estos accidentes fatales es «la imprudencia», ya que las muertes se producen porque los bañistas «no siguen las señales y recomendaciones» o porque «pretenden demostrar sus capacidades». De hecho, el perfil de los ahogados es el de un hombre, español y mayor de 35 años . Las comunidades con más ahogamientos son Andalucía (57), seguida de Galicia (45), Canarias (42), Comunidad Valenciana (42) y Cataluña (28). Las zonas donde se producen menos incidentes es Navarra, Asturias y La Rioja.

Solo el pasado fin de semana, cinco personas perdieron la vida en un medio acuático. Este lunes se produjeron dos muertes más, la de un buceador francés en las islas Medes (Girona) y la de un niño de dos años en una finca privada en Llucmajor en Palma de Mallorca. Al parecer el niño se despertó a primera hora de la mañana y se dirigió a la piscina mientras sus padres aún dormían. Estos se lo encontraron ya sin vida sobre las 8.30 de la mañana.

De 95 los fallecidos en el mes de julio, 23 eran menores de edad. «Es un porcentaje relativamente pequeño pero son muertes evitables porque en general se producen por el despiste de los padres en piscinas privadas. Los niños llegan al bordillo y se caen», comenta Pino, miembro de la Comisión de Prevención y Seguridad de la Federación Mundial Salvamento y Socorrismo.

En el caso del submarinista, se trata de un ciudadano residente en Montpellier (Francia). Desapareció el domingo cuando realizaba apnea con dos franceses más, que informaron de que su amigo no había regresado del interior de la Cova del Dofí, donde estaban buceando.

El Grupo Especial de Actividades Subacuáticas (Geas) de la Benemérita se desplazó hasta el lugar, a 1,8 kilómetros de la costa, y hallaron el cuerpo del hombre a unos 90 metros de la entrada de la cueva.

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), los ahogamientos son la tercera causa de mortalidad no intencional en el mundo y se cobran cada año 370.000 vidas. Por ello, desde la Federación Española de Salvamento y Socorrismo consideran necesario implementar una serie de medidas para reducir «el número tan drástico» de fallecimientos.

Entre esas iniciativas, Pino Espinosa propone que todos los espacios donde está permitido el baño cuenten con vigilancia. «Es cierto que no podemos curbir todos los espacios acuáticos que hay en España pero en aquellas zonas donde hay más masificación es necesario poner socorristas», advierte.

La responsable del INA también considera importante que se amplíe el horario del personal de salvamento para que coincida con la de los bañistas, ya que los turistas suelen llegar a las playas con dos horas de antelación que el socorrista. Por último, destaca algunos proyectos piloto «muy buenos» en los que se ha incorporado desfribriladores en playas y piscinas. «Esto puede ser determinante para salvar vidas», destaca.