La calidad del profesor influye más en el rendimiento que el número de alumnos

«Reducir la cantidad de alumnos por profesor o el número de alumnos en el aula puede tener un efecto positivo sobre el logro académico de los estudiantes, en especial en las etapas iniciales del sistema educativo», aseguran Jorge Calero y Josep-Oriol Escardíbul, investigadores de la Universidad de Barcelona (UB) y el Instituto de Estudio Bursátiles (IEB), respectivamente, y autores del trabajo. «Ahora bien, para obtener beneficios significativos debe producirse una elevada inversión que, seguramente, sería mejor destinar a mejorar la calidad del profesorado». Para llegar a estas conclusiones han revisado la literatura científica que ya existía, y además han estudiado la situación española a partir de los datos del último informe PISA.

No todo son ventajas en las clases con pocos alumnos. Existe, según los investigadores, un umbral óptimo que tiene que ajustarse con la edad de los estudiantes. Por debajo de éste, las ventajas de una atención más personalizada por parte del profesor son menos relevantes que la pérdida de diversidad de compañeros, y por tanto de oportunidades para aprender de los demás. Por encima de cierto límite de alumnos en el aula, la capacidad del profesor de prestar atención particular se difumina hasta volverse irrelevante. Sin embargo, los estudiantes de docentes más cualificados obtendrán mejores resultados sean cuales sean -o casi- el resto de condiciones.

«La evidencia empírica existente permite concluir, con alguna salvedad, que los conocimientos y las capacidades del profesorado, así como su salario, en especial si se vincula con el rendimiento del estudiante, y parcialmente los años de experiencia docente, inciden positivamente sobre el rendimiento del alumnado», aclaran los investigadores en un trabajo denominado 'Recursos escolares y resultados de la educación', elaborado para las fundaciones Sociedad y Educación y la Ramón Areces. «En cualquier caso, las investigaciones sugieren que para mejorar el rendimiento educativo de los estudiantes es mejor invertir en la calidad del profesorado que aumentar su cantidad en las escuelas».

En España, durante los últimos años, no se ha invertido en ninguna de las dos. Los sindicatos calculan que desde 2009 se han perdido alrededor de 10.000 profesores en la enseñanza pública. Sin embargo, su número ha debido aumentar en los centros concertados y privados durante el mismo periodo en una proporción semejante ya que, según datos del Ministerio de Educación, en el curso 2013-2014 (el último con datos), ejercían unos 3.000 docentes más que cinco años antes.

Las partidas destinadas a formación del profesorado, por su parte, han caído de forma considerable durante el mismo periodo, pese a que según un informe de la OCDE, los docentes españoles son los más interesados en mejorar sus capacidades. De los 52 millones disponibles en 2011 se pasó a menos de 3,5 millones disponibles en los Presupuestos Generales del Estado para el presente curso.