El Papa Francisco pide «la receta de la juventud» en Ecuador

Un hecho memorable se produjo antes del oficio religioso, cuando el Pontífice hacía su recorrido entre la multitud. El Papamóvil se detuvo de manera imprevista y una anciana en silla de ruedas fue levantada en vilo . Francisco la besó en la frente y le dio la bendición. Luego se supo se trataba de Laura Camacho, una mujer de 100 años a quien su hija llevó al Bicentenario .

«Esto es una alegría, Dios grande que nos ha ayudado, que nos bendiga a todos, a todo el Ecuador», declaró emocionada la mujer al reportero de Ecuavisa, un canal que recogió la escena.

Para el primer encuentro de la tarde, en la Pontificia Universidad Católica del Ecuador , el cambiante clima dio una tregua. Dejó de llover poco antes de que se iniciara el acto que se efectuó en la cancha del establecimiento acondicionado para la ocasión.

Educadores y estudiantes resaltaron en sus discursos la importancia de trabajar por la educación y por lograr un acuerdo nacional que proteja al sistema educativo . El Papa los instó a buscar la preservación de la Tierra, del prójimo y del pensamiento libre .

En el último acto público del día que tuvo como escenario la Iglesia de San Francisco y ante 700 invitados , el Papa habló en defensa de los derechos y las libertades, y escuchó las palabras de delegados de las organizaciones de la sociedad civil.

Una de ellas, Imelda Caicedo, representante de la cultura montubia de Babahoyo (provincia de los Ríos), que ha dedicado 60 de sus 85 años a catequizar, agradeció al Papa por inspirar su trabajo. Cuando terminó su intervención, el Pontífice se dirigió hacia ella, la abrazó y le dijo: «¿Así es que 85 años? Dame la receta». Los aplausos y las risas llenaron el templo.

La gira pastoral del Papa Francisco en Ecuador concluye este miércoles, con una visita al ancianato de las Hermanas de la Caridad y un encuentro con el Clero, los religiosos y los seminaristas del país, en el Santuario Nacional Mariano El Quinche . Pasado el mediodía, hora de Ecuador, se traslada a La Paz, Bolivia, segunda estación de su periplo que concluye en Paraguay.