El Papa Francisco agiliza los recursos frente a condenas por abusos sexuales

La medida se refiere a los castigos de ámbito religioso como la prohibición del ministerio o la expulsión del sacerdocio , no de los castigos penales tipo multa o cárcel, que corresponden a las autoridades y tribunales del país en que se cometa el delito.

La única jurisdicción que se reserva el Vaticano es, como en todos los Estados, el personal diplomático de la Santa Sede, cuyos juicios penales corresponden al Tribunal Penal del Vaticano. Es el caso, en estos momentos, del ex arzobispo y ex nuncio en la República Dominicana Josef Wesolowski.

Ante escasa diligencia de la Congregación del Clero, san Juan Pablo II pasó en el 2001 la competencia sobre los «delitos más graves» a la Congregación para la Doctrina de la Fe, presidida por el cardenal Joseph Ratzinger. En el 2011, ya como Papa, Benedicto XVI agilizó los procedimientos para sancionar.

El Papa Francisco toma ahora medidas para evitar que se eternicen los recursos. Para garantizar «un examen más rápido», la vista de los recursos ya no será competencia de la Sesión Ordinaria de la Congregación para la Doctrina de la Fe, sino de un tribunal especial formado por «siete cardenales u obispos que pueden ser miembros de la Congregación o no».

De ese modo se alivia la carga de trabajo en los casos más normales. El rescripto del Papa, prevé que «cuando el reo sea un obispo, su recurso será examinado por la Sesión Ordinaria». Que, naturalmente, le dará prioridad sobre otros casos.