Los jóvenes que consumen alcohol en exceso sufren mayores problemas cognitivos

Los participantes en el estudio, alumnos de la Escuela Universitaria Gimbernat-Cantabria , realizaron voluntariamente las mismas pruebas que se utilizan para evaluar a pacientes con alzheimer, en las que se miden funciones ejecutivas como la velocidad de procesamiento mental, la atención o la capacidad para cambiar de una tarea a otra.

«Estas pruebas van destinadas a detectar problemas de memoria y en la función ejecutiva, las áreas que creemos más afectan a los jóvenes que consumen alcohol», añadió el jefe de la Unidad de Deterioro Cognitivo de Valdecilla, Pascual Sánchez-Juan . El test al que se sometieron los jóvenes incluía pruebas de función vision/espacio y lenguaje, entre otras.

Los jóvenes que reflejaron un consumo excesivo de alcohol en fines de semana (unos 60 gramos de alcohol en dos horas, equivalente a unas siete cañas) eran más lentos para resolver esas pruebas, y más aún los que se iniciaron en este patrón de consumo alcohólico más jóvenes.

El estudio , publicado en la revista « Alzheimer, realidades e investigación en demencia », confirmó también otras investigaciones que apuntan que esta ingesta alcohólica ocasional afecta sobre todo al área del cerebro que rige las funciones ejecutivas.

Se trata de la corteza prefrontal dorsolateral, una de las últimas áreas en desarrollarse dentro del cerebro, que no termina de madurar hasta más allá de los 21 años.

Sánchez-Juan recalcó el peligro del consumo de alcohol en jóvenes. «Esta parte del cerebro es la que más tarde madura, por lo que hay que tener en cuenta que, a pesar de que a edades adolescentes el cerebro aparentemente ya es adulto, sigue teniendo características de un cerebro jóven», añadió Sánchez-Juan.

«Vemos una relación inversa entre la edad de inicio del consumo de alcohol y los resultados en los test sometidos. Cuanto antes empiezan a consumir, peor hacen la prueba. Esto constata que el daño del alcohol es acumulativo», alertó Sánchez-Juan.

El trabajo, que refleja resultados preliminares de una primera muestra, ha sido posible gracias a la colaboración de más de 200 estudiantes, con una media de edad de 19,5 años. De ellos, prácticamente la mitad (un 49 %) se ajustan al patrón de consumo excesivo de alcohol en fin de semana, la edad de inicio en este hábito es de 15 años y llevan una media de 4,2 años bebiendo.

«La investigación no permite valorar aún si los daños constatados son irreversibles. Para ello se requieren estudios más amplios y a largo plazo. El alcance del daño lo veremos con estudios prospectivos pero se aprecia ya que el consumo de alcohol tiene una alteración cognitiva», agregó Sánchez-Juan.