El religioso español con ébola «tiene muchas posibilidades de sobrevivir»

Según el primer parte hecho público esta mañana, el examen médico ha revelado que la situación de Pajares «es estable», «respira por su propia cuenta» y «no sangra».

Sobre la hermana Juliana Bonoha que ha sido repatriada en el mismo avión llegado a primera hora de este jueves a la base de Torrejón de Ardoz, su estado es «bueno». La religiosa, cuyos primeros análisis en Liberia descartaron su contagio, esta siendo sometida a un nuevo estudio para certificar si no tiene el virus del Ébola. En este caso, «será dada de alta automáticamente», afirmó Francisco Javier Rordríguez, Consejero de Sanidad de la Comunidad de Madrid.

Las dos ambulancias que transladaron a los afectados, una por cada paciente, incluían el acompañamiento de un médico y dos enfermeros. Los conductores no han salido del vehículo hasta su desinfección, que consistió en la limpieza de su superficie con lejía y la implantación de un gas utilizado para estos procedimientos, como confirmó Antonio Alemany, director General de atención primaria, que acompañó a los propios pacientes dentro de la ambulancia. «Con esto queremos trasladar la tranquilidad a la ciudadanía de que la posibilidad al contagio es muy remota», afirmó Alemany.

Pajares ha llegado al centro hospitalario «un poco desorientado», está estable pero febril, respira espontáneamente por lo que no necesita oxígeno y no tiene hemorragias, uno de los principales riesgos de contagio, según el informe sanitario de la Consejería de Sanidad. En principio, no va a recibir ningún tratamiento específico para el ébola, y según han informado, solo recibirá un tratamiento «de soporte», consistente en rehidratación y sueros.

Sin embargo, Abelardo García ha expresado su deseo de tratar al paciente con la fórmula utilizada por los médicos estadounidenses, a la que calificó como «ingeniosa», aunque para ello primero necesita el visto bueno del ministerio de Sanidad.

Tanto Pajares como a Bohi, están aislados en la sexta planta del centro y serán tratados por un médico internista y cuatro enfermeras y auxiliares, por turnos. Todos ellos utilizarán equipos especiales -trajes, gafas especiales, mascarillas, etc- que seguirán un protocolo de destrucción tras ser utilizados.

A lo largo de estos días, el hospital restablecerá los servicios con normalidad, ya que no era necesaria la evacuación de todo el centro, según ha podido saber ABC. «Decidimos evacuar a los pacientes del hospital para no provocar alarma entre ellos y a todos los que hemos podido, los hemos trasladado a la Paz», confirmó Mariano Alcaraz , director general de Atención Primaria. Las consultas externas serán las primeras en restablecerse.

Pajares y Bohi han llegado al hospital Carlos III de Madrid a las 9.30 horas de la mañana, después de aterrizar con tres horas de retraso respecto a lo planificado, exactamente a las ocho y cuarto de la mañana, a la base de Torrejón de Ardoz (Madrid) a bordo del Airbus A310 del Ejército del Aire medicalizado.

Un equipo médico esperaba en la base militar para realizar la primera inspección de los dos evacuados tras seis horas de vuelo. Ha sido pasadas las nueve de la mañana cuando ambos han sido trasladados en diferentes vehículos al hospital Carlos III de Madrid , donde están activados los protocolos marcados por la Organización Mundial de la Salud.

El acceso de los dos religiosos al hospital ha sido por una puerta secundaria para evitar las cámaras, donde dos ambulancias equipadas con medios de aislamiento biológicos han trasladado a los dos pacientes.

El sacerdote está internado en el edificio del Carlos III donde se ha habilitado la sexta planta y, en concreto, tres habitaciones individuales de aislamiento con esclusas con presión negativa, aunque esta presión no es necesaria para casos de ébola, según la consejería de Sanidad de la comunidad de Madrid.

Desde las 6.20 de la mañana, varios coches de la Policía se han colocado a las puertas del recinto. Aunque el trasiego en el hospital desde primera hora de la mañana ha sido intenso, a las puertas del recinto se reducía a personal investigador y funcionarios, además de los agentes.

El Airbus A310, equipado con todas las medidas médicas y de seguridad para evitar contagios a la tripulación y el personal médico que viaja en él, despegó a las 2.30 horas desde el aeropuerto de Monrovia, a donde había llegado sobre las 18.30 horas del miércoles desde Madrid. El avión tenía prevista una escala de una hora y media, pero se retrasó ya que el misionero y la monja no se encontraban en el aeropuerto y hubo que ir a buscarlos al hospital San José de Monrovia, según fuentes de Defensa.

Además, se perdió mucho tiempo en buscar un transporte adecuado para su traslado hasta el aeropuerto en condiciones adecuadas para el enfermo.

El religioso, de 75 años, será internado en un pabellón de aislamiento que cuenta con habitaciones de presión negativa con un circuito especial de entrada y de salida de los sanitarios, y con ducha para antes y después de quitarse el traje de seguridad.

Miguel Pajares, toledano y de 75 años, permaneció aislado desde el pasado viernes en el hospital San José de Monrovia, en Liberia, junto con otras cinco personas , después de la muerte de su director, el hermano Patrick Nshamdzea, a quien el religioso español cuidó.