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José Antonio Bastos: «Escandinavia triplica la ayuda a MSF del gobierno español. Los recortes han sido una amputación»

El presidente de Médicos Sin Fronteras-España analiza el papel de las ONG y critica a la ONU por su falta de independencia, «su sumisión política y pragmatismo que lo impregna todo»

José Antonio Bastos: «Escandinavia triplica la ayuda a MSF del gobierno español. Los recortes han sido una amputación» isabel permuy

ALFONSO ARMADA

Conocí a José Antonio Bastos hace 18 años, cuando como coordinador de emergencias de Médicos sin Fronteras se desesperaba en la localidad ruandesa de Cyangugu para introducir un cargamento de medicinas en la República Democrática de Congo para atender a los refugiados ruandeses. Bastos (Jaca, ... 1961) es presidente de Médicos Sin Fronteras (MSF) desde diciembre de 2010. Casado con una enfermera australiana, Megan, a la que conoció en Barcelona en 1998 en una reunión de MSF, tienen una hija, Lucía, de dos años. Viven en Barcelona. Médico especialista en Medicina Familiar y Comunitaria y con estudios en Medicina Tropical y maestría en Salud Pública en Londres, tras unos años de ejercicio de la medicina de familia en Barajas, junto al aeropuerto de la capital de España, realizó su primera misión en el terreno con MSF en 1991, en la frontera entre Turquía e Irak, asistiendo a los refugiados kurdos que huían de Irak durante la primera Guerra del Golfo. Continuó trabajando con MSF en Bolivia, Kenia, Somalia, Tanzania, Ruanda, República Democrática del Congo y Angola. Después fue responsable de la Unidad de Emergencias y director de Operaciones de MSF España, y director de Operaciones de MSF Holanda, responsabilidades que le llevaron de nuevo frecuentemente a lugares como Croacia, Nigeria, Sudán, Etiopía, Colombia y Chechenia. El tiempo le ha afilado el rostro y encanecido cabello y barba, pero mantiene los ideales de juventud. No tiene pelos en la lengua. Sabe por lo que lucha, y lo defiende con pasión. Le emociona que pese a la crisis los españoles (400.000 socios, 300.000 colaboradores esporádicos) sigan apoyando a una organización cuyo prespuesto es de 110 millones de euros. Le llama la atención que tras los recortes decididos por el gobierno español, que califica de «amputación», mientras la Agencia Española de Cooperación Internacinal y el Desarrollo (AECID) diera el año pasado a MSF-España 900.000 euros, entre los gobiernos sueco y noruego tripliquen con creces esa cantidad.

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