La cornisa cantábrica evalúa los daños que ha ocasionado el fuerte temporal

Muchos donostiarras han conocido y padecido más de una vez la fuerza del mar, pero algunos de los damnificados por las olas de la madrugada del domingo aseguran que esta ocasión es la peor que recuerdan.

El oleaje ha afectado a toda la costa donostiarra, de forma que los destrozos soy hoy visibles de un extremo a otro, desde el Paseo Nuevo, que sigue cerrado y al que sólo se permite el acceso a los vecinos y dueños de locales, hasta el Peine del Viento, en cuyas proximidades se encuentra el Club de Tenis, donde se han registrado también importantes desperfectos.

La playa de La Concha, sin barandilla en algunos tramos, tenía esta mañana todos sus accesos precintados y varios operarios retiraban con la ayuda de tractores con palas los troncos que el mar había empujado a los muros del arenal.

En la capital guipuzcoana, la consejera vasca de Medio Ambiente, Ana Oregi, ha manifestado que «todavía es prematuro hablar de cuáles son las maneras de hacer frente al tamaño de catástrofe que tenemos» porque «lo primero es cuantificar los daños» causados por el temporal.

«Es mucho lo que nos ha afectado: hay carreteras rotas, zonas con desprendimientos, playas que prácticamente han desaparecido», ha enumerado Oregi antes de avanzar su deseo de «poder llevar al consejo de Gobierno de mañana una primera estimación que todavía será aproximada» pero que por lo menos incluya «una foto panorámica de toda la costa» vasca.

Mientras tanto, en Lugo , más de cincuenta efectivos, entre Protección Civil, Guardia Civil, Policía Autonómica, Policía Local, bomberos y buzos de emergencia de Cervo, así como otros medios de Salvamento Marítimo y de la Xunta, tratan de localizar al joven de Foz de 15 años , desaparecido por un golpe de mar en la playa de Rapadoira, en la zona del espigón, en la tarde del domingo, cuando se había acercado con otro amigo que logró aferrarse a una farola.

El alcalde de la localidad, Jorge Castiñeira, sobre esta «tragedia» ha señalado que se está «con los máximos esfuerzos para tratar de localizar a Andrés». «Entre todos estamos poniendo todos los medios para ver si entre las playas de Barreiros y Foz podemos localizar el cuerpo. Hay incluso una lancha neumática por el interior de la ría. Nunca perdemos la esperanza, aunque ya ha pasado una noche y no va a ser fácil», ha manifestado.

Este lunes el mar está en «calma», según ha comentado el alcalde focense pero «lo peor ahora es la brisa, que ha amainado también algo», ha matizado. Jorge Castiñeira apela a que «son mareas muy altas, muy grandes y mareas así con temporal que hace sufrir a la costa, muy dañada, con desprendimientos». «Pido a la gente máxima prudencia», ha concluido.

En definitiva, la cornisa cantábrica continúa en alerta. La Dirección General de Protección Civil y Emergencias avisa por vientos fuertes a las costas de Galicia y a la cordillera cantábrica y Pirineo de Navarra, así como por nevadas a la mitad norte peninsular.

Así, de acuerdo a las predicciones de la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET), este martes se espera la llegada a un nuevo temporal marítimo en las costas de Galicia, donde se prevén vientos fuertes en el interior de hasta 140 kilómetros por hora. Además, estos vientos afectarán también a la cordillera cantábrica y Pirineo de Navarra.

Se espera que el temporal deje nevadas en la mitad norte peninsular, concretamente en zonas de Galicia, Castilla y León, Pirineo de Huesca y en la cordillera central. Se esperan hasta 5 centímetros de espesor por encima de los 900 metros de altura en la sierra de Madrid.

Ante esta situación, Protección Civil y Emergencias aconseja prestar atención a las normas de la comunidad autónoma y mantenerse informado sobre la evolución de los fenómenos meteorológicos y del estado de las carreteras.

Para la situación de vientos costeros, aconseja alejarse de la playa y otros lugares bajos que puedan ser afectados por las elevadas mareas y oleajes que suelen generarse ante la intensidad de vientos fuertes . Además, recuerda que en estas situaciones, el mar adquiere condiciones extraordinarias y puede arrastrarle si se encuentra en las proximidades del mar.

Ante los fuertes vientos, conviene asegurar puertas, ventanas y todos aquellos objetos que puedan caer a la vía pública y alejarse de cornisas, árboles, muros o edificaciones en construcción o grúas que puedan desprenderse.

Por otro lado, de cara a la previsión de nevadas, Protección Civil pide viajar por carretera «si es imprescindible».