Los obispos consideran «un avance positivo» el anteproyecto de la ley del aborto

Así lo han manifestado este jueves en una nota tras concluir la reunión de la Comisión Permanente. «Los obispos saludan siempre las iniciativas a favor de la vida humana, vengan de donde vengan, especialmente aquellas dirigidas a proteger la vida de los más débiles, entre los que se encuentran los seres humanos que van a nacer», reza el comunicado. Se trata de la primera declaración oficial de la Conferencia Episcopal tras la aprobación del anteproyecto por el Consejo de Ministros, el pasado 20 de diciembre.

Los obispos reconocen en su nota, con palabras del Papa Francisco , que pese a los esfuerzos de muchas personas e instituciones eclesiásticas, la Iglesia «todavía hace poco por acompañar adecuadamente a las mujeres que se encuentran en situaciones duras». «A todos incumbe responder adecuadamente a estas situaciones por el camino de la solidaridad y la vida y no por el de la muerte de un ser inocente», afirman.

Pese a que los prelados no entran en la letra pequeña del anteproyecto, el secretario general y portavoz de la Conferencia Episcopal, el sacerdote José María Gil Tamayo , precisó algunas cuestiones, como la posibilidad de la nueva normativa permita el aborto por malformaciones graves aunque esas patologías no sean necesariamente incompatibles con la vida. Al respecto, señaló que el «aborto eugenésico no se corresponde con el sentido de humanidad».

«La solución a una posible malformación no está en la muerte de un inocente. Lo que hay que hacer son políticas sociales en favor de los más necesitados y más débiles. La eliminación de un ser inocente nunca es la solución a un problema porque en ese caso acabaríamos con el hambre en el mundo eliminando a las personas», explicó el portavoz, al tiempo que insistió en que la defensa de la vida «no es una cuestión de credos sino de humanidad».

Escribiendo recto sobre renglones torcidos, el portavoz también se refirió a las últimas declaraciones de obispo emérito de San Sebastián Juan María Uriarte sobre su desacuerdo por el encarcelamiento de algunas personas de la izquierda abertzale. Sin ánimo de entrar a valorar sus palabras, Gil Tamayo recordó que «todos estamos obligados a anteponer la unidad frente al terrorismo». «La defensa de la convivencia tiene una legitimidad moral frente a personas que han utilizado el terror como vía de influencia y de cambio social», aseguró.

En esta línea también quiso dejar «muy claro» la cercanía de la Iglesia a las víctimas, «que son verdaderamente quienes llevan la herida profunda de las consecuencias del terrorismo».

Para el secretario general la postura de la Iglesia sobre esta cuestión está «bien precisada» en la Instrucción Pastoral «Valoración moral de terrorismo en España, de sus causas y de sus consecuencias» (2002) y «Orientaciones Morales ante la situación actual de España»(2006). Para no dejar lugar a dudas, Gil Tamayo leyó durante la rueda de prensa uno de los párrafos de dicho documento en el que los obispos afirman que «una sociedad que quiera ser libre y justa no puede reconocer ni implícita ni explícitamente a una organización terrorista como representante político legítimo de ningún sector de la población ni puede tenerla como interlocutor político».