Millonaria saudí de 55 años busca marido con anuncios en prensa

Los periódicos llaman la atención de los lectores con el reclamo «es real» antes de lanzar el núcleo del título: « millonaria de Arabia busca marido ». Los datos esenciales a tener en cuenta por posibles candidatos son los siguientes: divorciada y con cuatro hijas. Y lo que es más importante, deben ser más jóvenes que ella. Asimismo puntúa que el dinero no sea el aliciente a la hora de contraer matrimonio, la educación y tener una mente abierta.

Otros casos

En los últimos años han sido varios los casos de índole similar que han trascendido en los medios en Arabia. De hecho, en mayo de 2010 otra mujer millonaria, que responde a las F. O. G., también de 55 años, pidió al equipo de la revista «Rua» que le buscara marido. Visitó la redacción en Jeddah y presentó documentos con los que acreditó a los editores su fortuna.

A esas alturas la revista «Rua» se había ganado buena fama de casamentera ya que otra señora saudí había utilizado con anterioridad a la publicación para acabar con sus días de soledad. Y en esa ocasión con notable éxito: la mujer se casó con una figura social prominente.

Ahora, al trascender de nuevo que una millonaria llamada Fauton busca marido a través de anuncios, hay quien ha vinculado su nombre con el de la mujer que tres años atrás se dirigió a «Rua» y cuya primera inicial era una F. Además, la edad es parecida y se dio la circunstancia de que, aunque recibió muchas propuestas de matrimonio, ninguna de ellas provenía del hombre de sus sueños.

Pero hay más: en noviembre de 2010 otra adinerada saudí buscó esposo a través de la publicidad. Era más joven, 33 años, y ofrecía una «recompensa» a su futuro marido de 330 millones de dólares . Se desconoce si logró su objetivo.

El tema da para seguir y no parar. Una de las corrientes de opinión que circulan hoy es que Fauton podría haberse inscrito en alguno de los portales específicos en internet para la búsqueda de pareja, pero que no le es posible por los problemas a que se enfrenta la población saudí a causa de los estrictos filtros de contenido, el excesivo monitoreo de los usuarios y los constantes bloqueos implantados por los órganos centralizados de control de la red. Las cirunstancias también mandan.