Un adolescente lucha contra los tribunales belgas para que le dejen ser budista en la India

En efecto, la madre es también ferviente buidista, lo que para los jueces pone en duda su capacidad de discernimiento sobre la mejor decisión para la vida del menor. El abogado que defiende los intereses de la madre preparará nuevos argumentos para la próxima audiencia, en principio prevista para el miércoles, ya que a juicio de la madre Giel “podrá regresar en cualquier momento a Bélgica si considera que la vida que lleva allí no le conviene”

La semana pasada, en una entrevista en una televisión flamenca, el adolescente, que fue iniciado en la religión budista por su madre, dijo que ha estudiado la lengua tibetana antes de empezar, a los 12 años, a formarse como “tulku”, un grado superior de conocimiento y de dominio de la religión budista que teóricamente le permite conocer los detalles de su próxima reencarnación.

Los jueces han pedido mayores datos sobre la familia, puesto que por ahora no se conoce ni la opinión de otros parientes ni la de sus educadores, excepto la los los tíos que han interpuesto la petición para que no se le permita salir del país.

En la entrevista televisiva, el niño dijo claramente que deseaba ir a vivir al monasterio de Jonang Takten Phuntsok Choeling, al norte de la India, en la frontera con Tíbet, a 2.400 metros de altitud, al pie del Himalaya.