Se derrochan más de 25 millones al año en resonancias lumbares innecesarias

En 2012, el coste medio de cada resonancia lumbar fue de 244 euros. Eso significa que se gastaron más de 25 millones en estudios que no hacían falta. Según los resultados, el porcentaje de resonancias que resultaba inapropiado fue mayor en la sanidad privada (17,2%) que en la pública (7,4%). «Este estudio demuestra que en el sector público existe cierto grado de derroche, pero que éste es todavía mayor en la sanidad privada», indicó Francisco Kovacs, autor de la investigación y director de la Red Española de Investigadores en Dolencias de la Espalda (REIDE) . También se observaron diferencias en el tiempo de espera: mientras que la demora desde la prescripción hasta la realización del estudio es de cinco días en la sanidad privada, en la pública asciende a 36.

En el estudio científico participaron 12 servicios de radiología -ocho públicos y cuatro privados- de ocho comunidades autónomas de España. Se incluyeron a los 602 pacientes a los que se les realizó una resonancia lumbar. La prescripción se clasificó como apropiada, dudosa e inapropiada. Las conclusiones corresponden a los porcentajes mínimos de prescripción dudosa e inapropiada (27,8%). Sin embargo, investigaciones previas han calculado que el porcentaje de prescripción inapropiado ronda el 80%.

De acuerdo al informe, la probabilidad de ser operado luego de una resonancia innecesaria aumenta en un 400%. Eso se explica, según Kovacs, porque se ven cosas irrelevantes que muchas veces conducen a una operación aún cuando no es necesaria. Por ejemplo, una resonancia lumbar de un paciente de 30 años mostrará un desgaste en los discos de la columna, pero es un desgaste normal. Seguramente si no se hace el estudio ni se piensa en la posibilidad de operarlo. Muchas veces los pacientes llegan a la consulta con dolor lumbar que es causado por sedentarismo y exceso de peso y no por otras cuestiones que requieran intervención quirúrgica.

«Antes de plantear recortes en prestaciones sanitarias necesarias, es indispensable eliminar el gasto inútil. Evitaría riesgos innecesarios y facilitaría ahorrar unos recursos que el sistema sanitario no se puede permitir seguir dilapidando», dijo el presidente de la Organización Médica Colegial (OMC), Juan José Rodríguez Sedín.

Para revertir el problema, los especialistas proponen dar más protagonismo a los radiólogos. «Pueden identificar correctamente las resonancias magnéticas lumbares que no están justificadas, por lo que darles un mayor papel ayudaría a reducir los riesgos y costes innecesarios», opinó Estanislao Arana, radiólogo de la Fundación Instituto Valenciano de Oncología . Por ejemplo, aconsejan que en sus informes incluyan los datos que demuestran la irrelevancia de una resonancia o que indaguen con el médico los motivos por los cuáles ha sido prescripta en caso de que la consideren innecesaria.

Además, sugieren desarrollar programas específicos de educación sanitaria para los pacientes con el fin de que sean conscientes de que la resonancia lumbar sólo resulta útil en casos muy concretos.