Ameneh Bahramí: «Fui una tonta por perdonar. Quiero que le apliquen el Talión»
Ameneh Bahramí, la iraní que quedó ciega tras ser rociada con ácido por un compañero de universidad no querer casarse con él, relata su experiencia en el libro «Ojo por ojo»
Ameneh Bahramí: «Fui una tonta por perdonar. Quiero que le apliquen el Talión»
Cuando Ameneh Bahramí tenía 26 años sufrió una agresión que le cambió la vida: un compañero de la universidad le tiró ácido a la cara cuando se negó a casarse con él. La joven perdió la vista, sufrió heridas internas y ha pasado por el ... quirófano más de 20 veces. En Irán, la ley del Talión es legal (ojo por ojo). Sin embargo, Ameneh perdonó a su agresor y lo salvó de perder los dos ojos. Ahora, con 34 años, se arrepiente de haber perdonado y está en España presentando un libro sobre su experiencia, se llama, precisamente, «Ojo por ojo». La iraní, que se debate entre el perdón y el rencor, se ha enfrentado valiente a las tradiciones de su país, pero tiene miedo de volver a la universidad que abandonó hace 8 años.
-¿Miedo, usted?
-Sí, no es lo mismo estar en un salón de clases sin poder ver la pizarra.
-Pan comido para alguien que ha pasado por lo que usted, ¿no?
-Aunque mi familia me ha apoyado, todo lo que tengo lo he conseguido sola.
-¿Qué significa España para usted?
-Me encanta este país, hay mucha gente alegre y buena aquí.
-Le gusta tanto que hasta aprendió castellano.
-Aprendí porque no quería pagar los 70 euros que me cobraba el traductor especializado en medicina, para mí es mucho dinero.
-Vivió aquí en el pasado, ¿tiene pensado volver?
-Quiero entrar aquí a la universidad, a estudiar Derecho.
-¿Qué le hace falta?
-Tengo que hacer algunos trámites, antes estudiaba Electrónica y necesito que me convaliden algunas materias para venir.
-¿Y Teherán?
-Allí hay mucho tráfico, la gente tiene mucha prisa y yo no puedo respirar bien. Aquí la temperatura no sube ni baja mucho y la gente es simpática.
-¿Qué significa el perdón para Ameneh?
-El perdón depende de cada situación. En la mía, por ejemplo, aunque antes he dado el perdón, ahora creo que fui una tonta por hacerlo.
-¿Se arrepiente?
-Me dijeron que Malij (su agresor), estaría en la cárcel varios años y que pagaría una indemnización de 150 mil euros, por eso decidí perdonar.
-¿Qué le hizo cambiar de opinión?
-Hace unos meses, Malij salió de la cárcel y no ha pagado nada de su deuda. Mi familia y yo hemos recibido amenazas desde que salió. Estoy molesta.
-¿Perdonar no le dio tranquilidad?
-Dicen que todos los humanos nos equivocamos. Mentira. Él y su familia pueden ser humanos por fuera, pero son animales por dentro.
-¿A qué se refiere?
-Pensé que al yo perdonarle, él aprendería algo, pero no siento que haya sido así, él vive diciendo que «mi amor ha hecho que Ameneh sea famosa».
-¿Qué la haría estar tranquila?
-Que le apliquen la ley del Talión, que pague su condena me dará tranquilidad. Creo que él también debería pasar por lo que yo estoy pasando.
-¿La justicia no existe?
-Le han dado permiso para salir, desde la oficina del Ayatola Jomeini.
-¿Su historia molesta a Irán?
-Yo quiero que la gente sepa lo que me pasó, para que no le pase a nadie más. No le tengo miedo a nadie. No soy una persona política, soy una persona que ha sido dañada y necesito dinero para pagar mis cirugías. En el pasado el gobierno de mi país las pagó, ya no quieren pagarlas más, dicen que no tienen dinero.
-¿Qué cirugías le faltan?
-Las del ojo izquierdo. Aquí en Barcelona, en el Instituto de Microcirugía Ocular (IMO), me harán una reconstrucción del párpado, una de la córnea y otra de retina. Cuestan 21.000 euros.
-Las ventas del libro quizás ayuden.
-Tendría que vender muchos libros para poder pagarlo (ríe).
-¿Cómo se puede vivir con un bagaje como el suyo?
-Vivo tranquila, hay cosas que no puedo cambiar. No podré volver a ver ni tener mi cara de vuelta, pero puedo seguir la vida, puedo salir, planchar, cocinar, comprar. Mi cuerpo tiene muchos problemas, pero yo estoy sana.
-Y libre de conciencia.
-Siempre pienso en cómo mantenerme positiva. Busco hacer lo que me gusta y pienso en el futuro. En 10 años, todo esto quedará detrás de mí. Quiero la vida que perdí, quiero vivir como una persona normal.
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