La fecundación «in vitro», solo para menores de 40 y sin hijos

La revisión no tiene como único objetivo recortar gastos , aunque se ahorrará, sino unificar tratamientos en todo el territorio nacional para evitar inequidades entre ciudadanos y comunidades. O, en el caso de la rehabilitación, dejar de subvencionar terapias que hayan quedado obsoletas o sean ineficaces.

El informe que estudianlos consejeros de Salud y que aún está abierto a debate clarifica los límites a los tratamientos de reproducción asistida, por edades y duración de los tratamientos. Así establece un límite de entre 38 y 40 años para la mujer y de 55 para el varón para acceder a la terapia. Las candidatas a fecundación «in vitro» deberán ser menores de 40 al comienzo del tratamiento y solo tendrán derecho a tres ciclos (intentos) para la fecundación «in vitro» y cuatro, si se trata de una inseminación artificial. Igualmente, las mujeres que se sometan a este tratamiento deberán presentar «ausencia de evidencias de mala reserva ovárica».

Las pacientes que pasen por una inseminación deberán tener menos de 38 años y presentar «una indicación terapéutica reconocida». Los tratamientos podrán reducirse «en función del pronóstico y del resultado de los tratamientos previos». En el caso de inseminación artificial con gameto de donante el número máximo de ciclos (a discutir) «será de seis».

En plena crisis y con recursos limitados, los expertos en reproducción asistida han recomendado al Ministerio de Sanidad que reserven los recursos públicos para las parejas con más posibilidades de éxito. El límite para la mujer ya se estaba aplicando en la mayoría de los hospitales públicos, pero no el de su pareja masculina. Estos criterios regían ya en comunidades como Cataluña en las que la edad límite para recibir estos tratamientos es de 40 años para mujer y de 55 en el hombre. En las clínicas privadas el límite está en los 50 años.

Otro requisitos excluyente para acceder a un tratamiento de reproducción gratuito será tener un hijo sano, condición que ya se exige en comunidades como Cataluña. Solo se ofrece a parejas «sin ningún hijo en común previo y sano» . Es decir, las que quieran ampliar la familia no podrán intentarlo de nuevo con cargo a la Sanidad pública. Sí podrán aquellas que formen una nueva familia, aunque tengan hijos de otras relaciones o las que hayan tenido un niño con alguna enfermedad.

De la cartera básica de servicios también se excluirá a las parejas con vasectomía o ligadura de trompas. Las parejas que se hayan arrepentido de esa intervención no tendrán una segunda oportunidad para ser padres con cargo al erario público. Se excluyen de la cartera, «las esterilizaciones voluntarias previas para cualquier miembro de la pareja», se asegura en el documento al que ha tenido acceso ABC.

Las mujeres que acudan en solitario (sin pareja) para solicitar un tratamiento de reproducción deberán acreditar un problema de infertilidad. En la práctica, bastará con que argumenten que llevan un año intentando concebir sin éxito. Tampoco podrán tener acceso parejas en las que el embarazo sea un riesgo para su salud o su descendencia. Todas estas medidas regularán los tratamientos de unas 800.000 parejas que en España tienen algún problema de infertilidad, según la Sociedad Española de Fertilidad (SEF).

Sanidad y las sociedades científicas también tienen ultimados informes sobre las pruebas de cribado neonatal que se realizan a los recién nacidos, la conocida «prueba del talón» y las lentes y prótesis utilizadas en oftalmología. Respecto a los implantes oftalmologicos , una de las propuestas a debatir es la exclusión de la cartera básica de las «lentes intraoculares de cámara posterior multifocales» y la futura inclusión (en base a estudios futuros) de «dispositivos implantables angulares».

En el caso del cribado neonatal se tratará de unificar pruebas. Este programa de análisis se realiza a todos los bebés a los cinco días de nacer para diagnosticar enfermedades endocrino-metabólicas. Figuran entre las cinco subvencionadas las pruebas para el hipertiroidismo congénito o la fenilcetonuria . Se estudia incluir en la cartera básica la detección en un futuro de la acidemia glutátrica tipo 1 o la homocistinuria, entre otras patologías. Según ha podido saber ABC, el consejero en funciones de Salud catalán, Boi Ruiz, podría no asistir al acto debido a su presencia en la sesión de investidura del presidente Artur Mas.