Una sevillana está «confinada» en la isla de Martinica desde el 16 de marzo

En esta situación se encuentra Anabel Torrejón , una cuerveña de 34 años de edad, que, junto con su pareja José Alberto Aleixandre , inició el pasado 6 de diciembre la aventura de su vida: dar la vuelta al mundo en velero en una travesía por etapas que les llevará al menos tres años . Pero el coronavirus ha acabado por trastocar los planes iniciales, dejando al velero «Intrépido» y sus dos tripulantes fondeados desde el 16 de marzo en la bahía Sainte Anne de Martinica , una isla del mar Caribe con estatus de región y departamento de ultramar de Francia y de la Unión Europea como región ultraperiférica.

«Estamos confinados igual que en España», señala a ABC Anabel Alonso a través de videollamada. « Nos encontramos en una pequeña colonia de unos 400 barcos, rodeados de tortugas y coral ; ayer cenamos langosta que pescamos junto al velero», detalla la cuerveña que lleva con orgullo la bandera de su localidad que le entregó el Ayuntamiento de El Cuervo de Sevilla antes de partir.

Las normas adoptadas por las autoridades de la isla en cuanto a confinamiento, «muy estrictas», señala, se diferencian poco de las que viven sus familiares en el Bajo Guadalquivir: «Salimos una hora al día a tierra para comprar comida, medicinas y hacer ejercicio, siempre con un documento PDF que certifica a la hora que hemos salido del barco y que mostramos a la Policía». Los dos aventureros, ante la evolución de la epidemia, indican que «lo veíamos venir y por eso decidimos quedarnos en esta colonia francesa» . Martinica tiene unos 400.000 habitantes y ha registrado poco más de 180 casos positivos en Covid-19, principalmente en la capital, Fort-de-France, «ninguno en la zona en la que estamos», aclara Aleixandre que destaca que « estamos muy bien atendidos , las autoridades están facilitando el confinamiento a los tripulantes de los barcos».

El capitán del velero asegura que « tenemos todas las necesidades cubiertas , no nos falta ni agua ni electricidad gracias a las placas solares y a la potabilizadora, tenemos comida almacenada para dos meses». A lo que Anabel Torrejón añade que «cada dos días, uno de nuestro vecinos de fondeadero se pone en contacto vía radio con las autoridades y después nos comunica al resto lo que le han dicho y las respuestas a nuestras preguntas y dudas, por lo que estamos bien informados de lo que va pasando ». Tampoco les falta comunicación con sus familiares. «Al ser esta isla de la Unión Europea, la comunicación es igual que en España y todos los días hablamos con nuestros amigos y familiares», concreta Anabel.

En la misma situación que los tripulantes del «Intrépido» en la bahía de Sainte Anne se encuentran los del «Pasión Ibiza», un velero de 47 pies en el que viajan dos personas mayores que llegan navegando a esa bahía desde hace 17 años. «Están esperando volver a España o venirse a Panamá», comenta la cuerveña. También hay fondeada otra embarcación con una pareja de catalanes «que ya han decidido que se vuelven a España en el velero».

El problema con el que se enfrenta ahora el «Intrépido» es la temporada de huracanes, que en Martinica comienza el 1 de junio . «Estaremos en el ojo del huracán, si viene», avisa Anabel. Ante esta circunstancia han barajado tres opciones: tomar rumbo a Trinidad o a Granada, «donde la incidencia de los huracanes es menor», continuar hacia Panamá o Colombia, «allí el peligro es casi nulo», o regresar a España, para lo que tendrían que comenzar la navegación el 15 de mayo como muy tarde.

«De momento, el 90 por ciento de las posibilidades se lo lleva la ruta a Panamá, cerca de 1.000 millas, seis días de travesía a razón de unas 150 millas por jornada a favor de vientos y corrientes», explica el capitán. La segunda de a bordo recuerda que Panamá «era donde pensábamos pasar la temporada de huracanes cuando planeamos el viaje». Para evitar posibles sorpresas, y sin descartar que tengan que guardar cuarentena al llegar al país centroamericano, ya han contactado con la embajada española y la autoridad marítima panameña.

La vuelta al mundo en el velero «Intrépido» de Anabel Torrejón y José Alberto Aleixandre comenzó siendo una aventura desde el principio. « No pudimos salir el 5 de diciembre de Burriana, en Castellón, por el temporal que hacía en el Mediterráneo , así que lo hicimos un día después», cuenta el capitán, «rumbo a Algeciras sin paradas». La cuerveña apunta que «nos acompañaron familiares míos y una de las viajeras decidió seguir con nosotros hasta las islas Canarias».

De Algeciras partieron el 18 de diciembre y el 24 fondeaban en el puerto de Las Palmas de Gran Canaria, desde donde tomaron un avión «a casa» para pasar las fechas navideñas. El 2 de enero volvían Anabel y Alex, y el 8 reanudaron el viaje rumbo a Cabo Verde adonde llegaron el 15 de enero. Tres días después, dirección Martinica. A la isla caribeña arribaron de madrugada el 3 de febrero, coincidiendo con el 34 cumpleaños de la segunda de a bordo . «Navegamos por las Antillas con turistas y nos encontrábamos preparando una segunda travesía cuando llegaron las noticias del cierre de fronteras. El 16 vimos que en la isla todo estaba cerrado».