La Plataforma Profranciscanos en Lebrija se disuelve sin lograr evitar la marcha de la orden

«Nuestra única intención y trabajo», señala la plataforma, «era intentar potenciar al máximo las adhesiones a la petición de que los franciscanos se quedasen en Lebrija y que, por tanto, el convento se mantuviese abierto realizando las gestiones, cultos y ayudas que los frailes venían desarrollando desde hace 117 años».

Ni la labor constante y diaria con los desfavorecidos, ni el trabajo espiritual con más de 600 niños a la semana , ni la apertura de espacios en le convento para las comunidades cristianas y de vecinos, ni la gestión de una parroquia, una iglesia, una capilla y una ermita han sido suficientes para que la orden franciscana de frailes menores continue con su trabajo en Lebrija.

Tampoco han sido suficientes las cerca de 18.000 firmas de ciudadanos recogidas por la plataforma y a las que hay que sumar las numerosas adhesiones de establecimientos, comercios y entidades.

El pasado 17 de septiembre se hacía evidente lo irremediable: el ministro provincial de la Inmaculada Concepción, a la que pertenece la congregación lebrijana, remitía una carta a la plataforma en la que comunicaba que era imposible mantener a los franciscanos en la ciudad. La razón de la decisión adoptada se debía a la falta de un número suficiente de hermanos menores para mantener el convento abierto y con actividad pastoral y social.

Antes la plataforma lo había intentado de todas las formas posibles con escritos dirigidos al ministro general de la orden con sede en Roma, recabando el apoyo de la sociedad lebrijana y llevando a cabo una campaña de recogida de firmas y otra de pancartas en los balcones de muchas viviendas donde aún lucen lazos de color marrón franciscano .

La marcha ha sido un rumor permanente durante los últimos años, pero ahora se ha producido definitivamente. Un hecho que ya fue anunciado por el superior provincial de los franciscanos, Juan Carlos Moya , y su vicario, José María Sainz , en una reunión celebrada el pasado mes de junio en el convento lebrijano con los representantes de Cáritas, madres Concepcionistas, hermanas de la Caridad, Asilo de San Andrés, comunidades cristianas y feligresías y hermandades con sede en la parroquia de Santa María de Jesús , iglesia de San Francisco , capilla de Belén y ermita de la Aurora . En todos estos espacios y con todos estos colectivos trabajaban los franciscanos codo con codo, «abiertos a todo lo que nos piden» comentó entonces a ABC de Sevilla el superior y guardián del Convento de San Francisco de Lebrija, José María Juez, que argumentó que la decisión se ha tomado «ante la situación precaria de la comunidad» franciscana y a causa de la falta de vocaciones que no permite un relevo generacional.

En los últimos años en la ciudad, aseguró el franciscano, « no ha salido ni una vocación para la orden » algo que es «un fenómeno que se está dando en todas las órdenes e instituciones religiosas». Este es el principal motivo por el que los franciscanos están optando por cerrar conventos y casas y unificarlos todos en una sola.

Además, en los dos últimos años han fallecido 50 franciscanos en la provincia de la Inmaculada Concepción, que engloba a toda España menos Galicia y País Vasco .

Los últimos franciscanos que han trabajado en Lebrija han sido cinco frailes de los que cuatro son sacerdotes y uno es no clérigo. Dos de ellos superan los 70 años de edad , el guardián ya ha cumplido los 77, y el resto no baja de 60.