Dos miembros del clan de 'los Chorizos', dedicados a la venta de drogas en Estepa, se libran de la cárcel

La Audiencia impuso cuatro años y medio de prisión a Consuelo J.R., la matriarca, y sus dos hijos José María T.J. y Cristina N.J. A este último también se le impuso nueve meses de cárcel por tener enganchada ilegalmente la luz del chalé donde vive la familia y que es punto de venta de cocaína y heroína. El cuarto condenado era Antonio Manuel P.F., en esta ocasión a tres años de cárcel. Era el encargado de vigilar la parcela que el clan poseía y donde vivían la matriarca y Cristian en el camino de Jarambel , junto a la carretera A-318, en Estepa.

La decisión de la Audiencia fue recurrida por todos los condenados ante el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía, que ahora ha enmendado parcialmente la primera sentencia, absolviendo a uno de los hijos de la matriarca y al vigilante .

No obstante, el Alto Tribunal andaluz, según la sentencia facilitada por su oficina de prensa, confirma las penas impuestas a Consuelo y a Cristian. El clan de los 'Chorizos' es un habitual de los tribunales por su 'modus vivendi': la venta de drogas.

En septiembre de 2017 , la matriarca fue condenada a un año y medio de cárcel por la Sección Séptima de la Audiencia de Sevilla por un delito contra la salud pública. Fue suspendida y no pisó la cárcel. En mayo de 2019 , ocho miembros del conocido clan se sentaron en el banquillo de los acusados de la Sección Cuarta de la Audiencia por venta de droga. Alcanzaron un acuerdo con la Fiscalía y las penas no superaron los dos años de cárcel y su ejecución fue suspendida. De nuevo se libraban de pisar la cárcel.

Pero esto no les hizo frenar su ilícito negocio. Unos meses después ya estaban siendo vigilados de nuevo por la Guardia Civil en Estepa, hasta que en febrero de 2020, por orden judicial, los agentes procedieron a la entrada y registro de la finca. Locarizaron más de 300 gramos entre cocaína, heroína y marihuana , una moto robada y dinero en efectivo. Por esta operación sólo han sido condenados finalmente, después de la decisión del TSJA, la matriarca y su hijo Cristian.

El clan estuvo en el foco informativo en el verano de 2014. Los vecinos de Estepa salieron a la calle para mostrar su rechazo a los últimos robos y altercados que se estaban produciendo en el pueblo. Aquella manifestación acabó con la quema de varias viviendas ocupadas por este clan señalado. Consuelo y su familia negaban estar detrás de la oleada de robos y aseguraban ser víctimas del racismo.

Más de una veintena de vecinos acabaron procesados por delitos de desórdenes públicos y realización arbitraria del propio derecho. «Los Chorizos» tuvieron que abandonar Estepa durante unos años. Volvieron en 2017 , lo que suscitó de nuevo las quejas de los vecinos por la venta de drogas. Entonces, empezaron las actuaciones de investigación de la Guardia Civil.