La cuesta de las monjas de Marchena: un convento atrapado por unas obras

La alcaldesa ha levantado la calle sin previo aviso y las religiosas y una vecina impedida de la zona se han visto obligadas a utilizar una escalinata interminable

Las monjas clarisas de Marchena tienen que subir una escalinata interminable para llegar al convento ABC

Se colocan cajas en la cabeza para poder subir la interminable escalinata que conduce al convento en plena ola de calor. Ahora, cuando por fin remontaban tras dos años de pandemia, han visto frenada su fuente de ingresos por ... unas obras que las han atrapado e impiden el negocio de la hospedería y la venta de dulces . Enfrente, una vecina de cerca de 90 años muy enferma vive encerrada en su casa con el miedo de que, si tiene que llamar a la ambulancia, no podría llegar. Se trata de la calle Palacio Ducal en Marchena, que el Ayuntamiento acaba de levantar para llevar a cabo precisamente unas obras de accesibilidad. Al hacerlo sin previo aviso a los alrededor de 50 residentes de la zona, entre ellos el monasterio de las clarisas , los han dejado en una situación de desamparo absoluto durante el tiempo que duren los trabajos.

La madre superiora, sor Ana María, explica a ABC que su medio de vida se ha visto cercenado por los trabajos. La calle por la que se accede al convento está impracticable, por lo que para poder despachar los pedidos se ven obligadas a subir y bajar los más de 30 escalones que conducen al cenobio, ubicado junto a la iglesia de Santa María. De esta forma, no pueden entregarlos en coche ni tampoco trasladar las materias primas si no es cargando con ellas. «No hay clientes» , aclara la superiora de un monasterio en el que viven alrededor de 25 religiosas, de las cuales algunas superan los 90 años de edad.

Sor Ana María lamenta que, ahora que comenzaba a activarse el turismo, había numerosas reservas que se han ido anulando para las próximas semanas al comunicarle a los huéspedes la situación de la calle y el hecho de que tendrían que aparcar muy lejos como para ir con maletas. «No han llegado a decir que las obras -que acaban de empezar- van para seis meses, apunta, pese a que el plazo de ejecución previsto según los carteles informativos es de unos tres.

La calle que conduce al Palacio Ducal de Marchena era una vía empedrada que impedía a personas mayores o con movilidad reducida desplazarse con andadores o sillas de ruedas. Por ello, los vecinos llevaban años solicitando al Ayuntamiento una mejora de la accesibilidad.

La alcaldesa de Marchena , María del Mar Romero (PSOE), comprendió la situación y su gobierno municipal tramitó un proyecto para alisar parte de la vía y garantizar la circulación peatonal. Para ello, dado que es una zona protegida, remitió el expediente a la Comisión Provincial de Patrimonio, que en verano del año pasado informó favorablemente advirtiendo cómo tenía que llevarse a cabo la obra para no romper la estética del entorno: unos ladrillos de canto similares a los que se encontraban en los bordillos.

Sin embargo, el inicio de las obras nunca llegaba y, de repente y sin previo aviso, los vecinos, las monjas y sus huéspedes se encontraron con la calle cortada para las obras. «Hubo quien se levantó por la mañana y no pudo ir a por el coche para cargar las maletas», explica Macarena, la hija de una vecina de 88 años que se encuentra impedida.

Sin poder ir al médico

«El viernes pasado -señala- estuvimos la madre superiora, otra monja y yo en el Ayuntamiento para hablar con la alcaldesa». Fueron a pedir el plan de emergencias para saber cómo actuar en caso de que hubiera que llamar a una ambulancia , algo que ha ocurrido recientemente ya que se encuentra en una situación delicada, o para poder llevarla a la consulta del médico en Osuna. Según esta vecina, en el Ayuntamiento se negaron a dejárselo ver porque «no era público». Asimismo, mostró su preocupación por el estado de salud de su madre y que, dado que la calle está cortada y no puede bajar la escalinata ni con la silla de ruedas ni en una camilla médica, se encuentra atrapada en su casa.  

A la pregunta de cómo podrían hacer llegado el caso, esta afectada afirma que la respuesta del concejal que las atendió fue que «habría que llamar a un helicóptero» . Macarena cuenta a ABC que los fines de semana recoge siempre a su madre para llevarla a su casa para que esté con sus nietos, algo que no es posible ya, aunque al menos ha conseguido que el encargado de la obra coloque unos tablones de madera para poder salir en silla de ruedas, sin que ello solucione el problema. Asimismo, el Ayuntamiento se ha comprometido al menos a colocar luz en esta escalinata empinada que no tiene ni iluminación y por la que los residentes tienen ahora que subir la compra y hasta el butano.

El concejal, no obstante, reconoció el error por no haber avisado a los vecinos con tiempo como para hacer acopio de materias primas en el caso de las monjas o a la vecina impedida tener un plan alternativo para no verse encerrada.

Artículo solo para suscriptores
Tu suscripción al mejor periodismo
Bienal
Dos años por 19,99€
220€ 19,99€ Después de 1 año, 110€/año
Mensual
3 meses por 1€/mes
10'99€ 1€ Después de 3 meses, 10,99€/mes

Renovación a precio de tarifa vigente | Cancela cuando quieras

Ver comentarios