Absuelven al menor por el incendio de la vivienda en que murieron sus hermanos

El adolescente, que padece graves trastornos psicóticos, fue juzgado por un tribunal de menores por un delito de incendios en concurso con dos delitos de asesinato y otros tres delitos de asesinato en grado de tentativa.

Sin embargo, el juzgado de menores le ha absuelto de todos esos cargos porque considera que no se puede concluir que se haya practicado «prueba de cargo suficiente para estimarle autor del hecho». Aunque el informe de la policía científica concluye que el incendio, que tuvo lugar el 20 de mayo del pasado año, tuvo «una etiología humana», no puede probar su intencionalidad. Y concluye que, «pudo tener un carácter accidental».

La absolución se produce pese a que el propio chico, que cumplirá los 16 años en unos días, se autoimplicó ante la psiquiatra contándole de forma espontánea que él había sido el causante del incendio.

Sin embargo, posteriormente negó que fuera el autor y mantuvo que él «soñó que había causado el incendio» pero se arrepintió de esa declaración y recalcó, posteriormente que no había sido él. Por ello, el fallo judicial estima que esa declaración no puede ser valorada como prueba de cargo ya que «no cuenta con garantías de veracidad». Según los informes de los psiquiatras, esa declaración se produjo «en un contexto de sintomatología psicótica». Es decir, «por interpretaciones delirantes y alteraciones sensoperceptivas»

Y por tanto creen que esa confesión se realizó con las capacidades cognitivas y volitivas anuladas. «No hay ninguna prueba objetiva que pudiera llevar a la convicción de la realidad de sus manifestaciones», dice la juez.

En la absolución también ha influido que no consta que el menor tuviera a su disposición elemento alguno para causar el incendio: ni aguarrás, ni tabaco o cerillas. Ante la ausencia de prueba de cargo suficiente decide aplicar el principio de presunción de inocencia y absolverlo.

Los hechos ocurrieron el 20 de mayo del pasado año cuando se produjo un incendio en una vivienda de Dos Hermanas a consecuencia del cual murieron dos hermanos del menor absuelto y un tercero sufrió graves quemaduras que le afectaron al 66 por ciento de su cuerpo y aún sigue pendiente de operaciones. Cuando llegaron los bomberos el fuego estaba ya muy avanzado y la habitación en la que se inició totalmente destruida. El fallo declara probado que el menor presenta un «trastorno psicótico no especificado que le produce una grave alteración de sus capacidades cognitivas y volitivas». Y recuerda que la propia madre del adolescente declaró que en la casa no había aguarrás ni alcohol ni se evidenció la presencia de «acelerantes» en el incendio. La Policía científica no descartó que las llamas fueran provocadas accidentalmente por un cigarro o una cerilla.

Tras la absolución el joven ha salido del centro de menores de Algeciras en el que ha estado ingresado en régimen cerrado durante nueve meses. Según confirmó el abogado que lo ha representado, Luis Felipe Pajares, el chico ha salido en libertad tras notificarle la sentencia. Al parecer, la madre fue a recogerlo y ya se encuentra en el domicilio familiar. A partir de ahora seguirá recibiendo tratamiento con un especialista que le hará un seguimiento específico con entrevistas periódicas. El letrado Pajares defendió ante el juez de menores que el joven «es un enfermo y no un asesino».