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Tensión en la Sierra Sur

Estepa: una rebelión contra la impunidad

Los vecinos hablan de años de robos por parte del clan de «los chorizos»

Estepa: una rebelión contra la impunidad a.m.

Alberto Mallado

Los vecinos de Estepa han estallado en una reacción no exenta de violencia contra la oleada de robos que sufren desde hace años y que se ha recrudecido en los últimos meses. El pueblo ha sido sometido a una enorme presión en materia de inseguridad ... y amenazas durante largo tiempo. La mayoría de los vecinos ofrecen testimonios de robos sufridos en primera persona o por personas de su familia o de su círculo cercano. Todos señalan con absoluta certeza en la misma dirección el clan de «Los Chorizos». Todos suman a la indignación el agravante de la impunidad. Los testimonios de los vecinos narran un expolio sistemático de sus casas y sus bienes realizado durante años. La lista de robos abarca un amplio catálogo de métodos y productos. En las viviendas, asaltos por los patios para llevarse cualquier cosa: televisores, microondas, electrodomésticos o comida. Un vecino narra el robo de una a punta de navaja en plena calle y a las seis de la tarde. En las empresas, cualquier efecto o maquinaria que pueda venderse. Los bares, son otro de los objetivos predilectos.Al robo suelen sumar los daños. Unos provocados para entrar en el establecimiento: la cámara que destrozaron para acceder a un almacén frigorífico de carne. Otros gratuitos: al propietario de un bar además de robarle, le desconectaron los congeladores y perdió la mercancía. En los coches, robos diarios, del interior o de baterías. Una vecina se encontró su vehículo sin las ruedas, cuando fue por la mañana a cogerlo para ir a trabajar. Y en el campo más sustracciones y más destrozos, bombas, baterías, materiales… Hay tiendas y empresas que acumulan ya hasta seis robos.La indignación se acrecienta desde hace un año. Roberto narra que entonces, un miembro de «Los Chorizos» le arrancó a su madre del cuello una cadena de oro cuando estaba en su propia casa. Se enfrentó a ellos y desde entonces sufre amenazas, según explica. A su alrededor se generó un movimiento de solidaridad. Un vecino del barrio que conoce a la familia explica que hace unos meses salieron del centro de menores en el que estaban varios miembros de la familia. Los robos comenzaron a incrementarse desde entonces y se hicieron prácticamente diarios. En este contexto se convoca una manifestación por las redes sociales. Acuden unas 400 personas y la chispa se enciende cuando se corre la voz de que a una mujer le han robado el bolso a sólo unos metros. La indignación se enfoca a las viviendas del barrio de Los Poetas en el que reside el clan. Queman dos de ellas y atacan otras cinco. Algunos vecinos dicen que antes de irse habían prendido fuego a un colchón para provocar el fuego en las propias viviendas que ocupaban de forma ilegal. Todas las miradas están ahora en esta familia gitana que actúa como un clan mafioso. Son dos hermanas, Consuelo y Manolita. Ellas dirigen la familia. La primera tiene doce hijos, la segunda diez. Ellos ejecutan los robos. Pero además de los robos, los vecinos del barrio de los Poetas advierten de que las viviendas eran un foco de venta de drogas y narran amenazas constantes. Algunos afirman que la tercera generación, aún niños también molestan e insultan a los vecinos. Todos insisten en dejar claro que no es una cuestión de racismo y lo avalan con la buena convivencia que existe con rumanos y magrebíes «Los Chorizos» ya no están en Estepa. Tres de ellos están detenidos. Pero el miedo permanece. Temen que vuelvan y temen represalias.

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