Las diez frases que ha dejado la entrevista a Cabrero sobre la restauración de la Macarena
El hermano mayor de la corporación de la madrugada estuvo el martes por la noche en el programa La Pasión de 7TV, donde habló sobre la restauración de la Virgen de la Esperanza
Francisco Arquillo: «La hermandad nos pidió que le pusiéramos a la Macarena unas pestañas como las de 1978»
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Iniciar sesiónEl tratamiento de anoxia a la Esperanza Macarena ha concluido y todo está a punto para que dé comienzo la restauración por parte del conservador Pedro Manzano. Una restauración que se espera que devuelva a la dolorosa a su aspecto anterior a las intervenciones ... que desvirtuaron sus rasgos y alteraron su fisonomía.
En este contexto acudió al programa La Pasión de 7TV el hermano mayor de la corporación de San Gil, José Antonio Fernández Cabrero, quien respondió a las preguntas de Víctor García Rayo acerca del proceso de restauración y todo lo ocurrido en la hermandad.
Durante la entrevista, Cabrero hizo hincapié en la necesidad de restaurar a la Virgen «cuanto antes», algo que respaldó el 67% de los hermanos que participaron en el cabildo general extraordinario del pasado 29 de julio: «Teníamos información del IAPH y Manzano observando que cuidado con mantenerla mucho tiempo sin devolverla a su estado natural porque la gente se acostumbra a ese modelo». Un cabildo para el que no esperaba una afluencia tan grande, comparándolo con el centenar de personas que acudieron al de noviembre del año pasado.
No quiso dimitir «por responsabilidad»
Al respecto de las numerosas voces que pedían su dimisión después de la crisis de Arquillo, el hermano mayor justificó que no renunciara al cargo porque «sabía que había jurado un cargo para lo bueno, para lo malo, para lo regular y para lo peor», desde la Rosa de Oro hasta la fallida restauración. «Para eso juré el cargo: para lo bueno, para lo malo y para lo peor. Mi responsabilidad está, primero, para reparar el error y, después, restañar las heridas causadas en el corazón de los macarenos, algo que está íntimamente ligado a la restauración de la Virgen».
Quienes sí dimitieron fueron cuatro oficiales de la junta de gobierno. Cabrero dijo que las aceptó y respetó. «No lo llevé con desencanto ni con frustración. Yo comprendo las debilidades y las fortalezas del hombre, pero también las razones de cada uno». Sí reconoció que le hubiera gustado no tener dichas dimisiones, y matizó que haberlas aceptado y respetado no significa que las entendiera.
Pérdida de confianza en Arquillo
Sobre los Arquillo fue bastante rotundo. Aseguró que no volvería a confiar en la Francisco y David Arquillo para restaurar a sus imágenes titulares si de él dependiera: «La hermandad ha tenido un trato desde entonces hasta ahora esencialmente exquisito y escrupuloso, y lo único que le pedimos es justa correspondencia con la hermandad. No volvería a llamarlo a la luz de los resultados y de los dictámenes tan rotundos y demoledores como los del IAPH, el CNA y Pedro Manzano».
Reconoció que «si hubiera habido una permanente actuación sobre el trabajo diario de Arquillo, a lo mejor no sucede esto» y la Virgen no habría sido alterada, quedándose en las esperadas labores de conservación y mantenimiento. De hecho, señaló que de lo que más se arrepiente es «de haber tenido la oportunidad de haber ejercido un mayor control» sobre la intervención.
«La junta se va para casa afligida»
Sobre las largas pestañas colocadas inicialmente a la Macarena, el hermano mayor afirmó que se colocaron de forma consensuada entre la junta de gobierno y Arquillo, si bien matizó que fue a petición de este, y «no quedaron bien», algo de lo que sólo se dieron cuenta con el paso de las horas, no inicialmente, según relató.
No fue hasta por la mañana cuando se dieron cuenta de los cambios acometidos sobre la imagen, y pese a lo cual decidieron restituirla al culto. «La junta de gobierno en ese momento se va para casa afligida», repitiendo que llamaron hasta cinco veces sin respuesta al profesor Arquillo, algo que él desmintió a este periódico.
Estas declaraciones vuelven crear contradicciones entre unas versiones y otras acerca de todo lo ocurrido en las horas críticas de la vuelta al culto de la Macarena tras la primera intervención y los posteriores retoques a la imagen.
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