Las distintas versiones de las horas críticas de la intervención a la Esperanza Macarena
Se contradicen en aspectos como las llamadas a Arquillo, los encargos de la hermandad o quién es el responsable de los cambios en el rostro de la Virgen
Francisco Arquillo: «La hermandad nos pidió que le pusiéramos a la Macarena unas pestañas como las de 1978»
«La Virgen presentaba cambios formales y expresivos tras la actuación nocturna de dos personas»
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Iniciar sesiónNo son pocas las incógnitas o incongruencias que sobrevuelan aún sobre la intervención realizada a la Macarena el pasado mes de junio. Y eso que ya estamos a las puertas de la restauración de la Virgen de la Esperanza, que será retirada del ... culto este martes por la noche para someterse a un tratamiento de anoxia por Samitech supervisado por Pedro Manzano, el encargado de devolver a la imagen a su aspecto anterior. La entrevista concedida por Francisco Arquillo a este periódico, publicada el domingo, dio buena muestra de que los discursos de las distintas partes implicadas en el proceso no coinciden.
Lo cierto es que, tras el silencio guardado hasta el cabildo general extraordinario del pasado 29 de julio, los hechos y explicaciones expuestos por la hermandad, el Instituto Andaluz de Patrimonio Histórico (IAPH) y el propio Arquillo se contradicen en varios puntos y son varias las piezas del rompecabezas macareno que no terminan de encajar para conocer verdaderamente qué pasó desde que la Virgen de la Esperanza fue retirada del culto el lunes 16 de junio hasta que amaneció expuesta a la veneración de los fieles en el presbiterio de la basílica el domingo 22 después de sufrir varias intervenciones en sólo unas pocas horas.
Mientras en el cabildo se dijo que la hermandad había intentado hasta en seis ocasiones contactar telefónicamente con los Arquillo sin éxito durante la madrugada crítica en la basílica, el catedrático de Restauración de Obras de Arte asegura que en su registro telefónico no hay rastro de dichas llamadas procedentes de la corporación de San Gil, señalando además que la noche del viernes al sábado estuvieron hasta las tres de la mañana en el templo, regresando a eso de la una de la tarde, cuando se cerró la basílica para cambiar las pestañas a la imagen. De ahí en adelante su equipo fue apartado del proceso.
Comisión y documentación fotográfico
Entrando en las cuestiones propias de la intervención, dos aspectos que se habían criticado de los trabajos de Arquillo fueron que no había aceptado una comisión de seguimiento que los supervisara, por lo que tenía carta blanca para hacer lo que quisiese con la imagen, y que tampoco había documentado fotográficamente cada paso dado en la intervención, por lo que no era posible evaluar lo que se había hecho o dejado de hacer con la Virgen durante la actuación.
Sin embargo, el propio Arquillo niega a ABC ambas cosas, calificando tales afirmaciones como «bulos mal intencionados». De hecho, Arquillo afirma que estas la existencia de estas comisiones «facilita la relación con el equipo científico-técnico, favorecer el conocimiento de la evolución del trabajo, que se cumplan los procesos aprobados, y consensuar soluciones», asegurando que todo lo que se hizo fue de forma consensuada con la hermandad o a propuesta de dicha comisión en nombre de la hermandad, como la decisión de cambiar las pestañas de la Macarena por otras similares a las de 1978. Todo ello pese a que la junta de gobierno se desmarcó de las actuaciones de Arquillo, señalando que únicamente se habían pedido medidas «de conservación y mantenimiento», que en un principio iban a ser poco más que la sustitución de las articulaciones de los brazos y la tela que recubre el candelero de la Virgen de la Esperanza, así como reparaciones en la policromía de las manos y la limpieza del rostro. En cuanto a la documentación fotográfica de la intervención, Arquillo asegura que tanto en este como el resto de casos, realiza un reportaje que duplica, quedando una copia en su poder y otra en manos de la hermandad.
Pestañas y párpados
No es menos llamativo que el informe presentado por José Luis Gómez Villa, jefe del centro de intervención del IAPH, la noche del cabildo extraordinario señala directamente a Arquillo tanto por la actuación realizada sobre la imagen como por no haber detectado patologías de la talla. Respecto a los cambios en la morfología del rostro de la imagen que se expusieron, que van mucho más allá de una mera intervención de carácter conservativo, los expertos del IAPH apuntaron el crecimiento anómalo de los párpados al aplicarse pasta de madera y alterar el modelado original de los ojos, así como alteraciones en cejas, nariz, pómulos y otros elementos sensibles de la cara de la Macarena.
Por su parte, Francisco Arquillo se defiende reiterando que su actuación fue de limpieza, y que únicamente supuso una modificación de las pestañas, si bien es cierto que, tras la vuelta de la imagen al culto el domingo, él mismo percibió también que la Virgen presentaba «cambios formales y expresivos como cejas más anchas, pestañas más grandes, párpados retocados...» que habían modificado su expresión. Responsabiliza de ello a los dos profesionales ajenos a su equipo a los que la hermandad llamó en los momentos más complicados y delicados de la crisis para tratar de revertir la situación: Esteban Sánchez Rosado y Carlos Peñuela, que hasta el momento no han querido hacer declaraciones al respecto.
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