Arquillo pidió encerrarse con la Macarena para resarcir su fallida restauración
El cabildo de oficiales se lo negó y llamaron a Fuensanta de la Paz y a Pedro Manzano para hacer el examen visual tras el último cambio
El IAPH ya tiene encargado un peritaje de la imagen del que saldrá una propuesta de intervención, y de ahí en cabildo se decidirá quién la realiza
Miembros de la junta de gobierno de la Macarena pidieron la dimisión del hermano mayor, que se negó
La Macarena encarga un informe al IAPH y convocará un cabildo extraordinario para una futura intervención

Arquillo quiso resolver de sus propias manos lo que él mismo había dejado en el debe de todos los macarenos, de ahí que regresara físicamente a la basílica de la Macarena el mismo día que la Virgen fue expuesta al culto, el sábado por ... la mañana temprano, aunque él quiso también volver por la noche. Tanto el padre, Francisco, de reputada trayectoria profesional, como su hijo David, fueron quienes estaban a cargo personalmente de las labores de conservación tras el convenio suscrito a principios de mes y ahora conocido por la corporación con la Fundación para la Investigación de la Universidad de Sevilla (FIUS), el cual daba cuenta de las actuaciones que debían hacérsele a la Esperanza, que por otro lado y con sumo grado de importancia en este caso debían ser en todo momento superficiales, pero esto nunca se cumplió.
A tenor de ello, el sábado la Virgen amaneció con unos rasgos verdaderamente distintos que hicieron saltar las alarmas en la basílica y fuera de ella. Sobre todo por esa mirada perdida que ha sido vagamente recuperada, pero los hay macarenos que reivindican que no ha vuelto su mirada del todo. La hermandad lo ha empezado a explicar todo en un primer comunicado en el que detalla primero los antecedentes, luego realiza una cronología de lo sucedido y posteriormente da cuenta de las determinaciones tomadas en cabildo de oficiales, pero lo cierto es que de la madrugada del sábado al domingo pasaron muchas cosas y no todas han trascendido a la esfera pública.
Una es precisamente el deseo de Arquillo en volver a tocar a la Virgen durante toda la noche del sábado tras el confuso tema de las pestañas y otros asuntos que atañen a la apariencia de la dolorosa en este duro trance. Ahora bien, empecemos por el viernes, que es cuando se va gestando el problema de forma crítica. Es la propia hermandad la que incide en que este día había oficiales de la junta que apuntaban que «aún no le habían sido colocadas las pestañas realizadas utilizando la plantilla de la restauración de 1978», y que por «la última operación que se efectúa para no afectarlas (las pestañas) por la pulverización de protección superficial que se le aplica a la policromía, se colocaron momentos antes de vestirla», asumiendo en San Gil que «es posible que se desplazaran cerrando parte de los ojos al no estar el adhesivo completamente seco».
Arquillo alegó que el efecto de las pestañas era transitorio debido al cambio, y a tenor de las dudas surgidas por los allí presentes, tras vestirla con normalidad, se le hizo llegar al profesor Arquillo los interrogantes que seguía arrojando la faz de la Esperanza, tan cambiada. Tan distinta. Se intentó dar con él sin éxito al haberse ido y la hermandad dio luz verde a que la Virgen apareciese. En este punto y a posteriori la corporación reconoce el error de haberla puesto al culto de dicha manera.

Ida y vuelta
Ya en la mañana del sábado 21, por el «efecto estético no deseado», del que ya hablan propios y extraños en toda la ciudad, la Macarena pide que Arquillo vuelva a la basílica para buscar una solución, sellando el templo una hora antes de su cierre habitual. No en vano, apunta aquí la corporación que «las labores de restablecimiento estético no pudieron culminarse antes de la hora de apertura de la basílica por la tarde, extendiéndose durante la noche una vez cerrado el templo. Esta intervención, bajo la supervisión del conservador de Bienes Muebles de la Hermandad, Carlos Peñuela, fue ejecutada por el escultor imaginero Esteban Sánchez». Es justo aquí cuando la hermandad de la Macarena toma la determinación a través de su junta de gobierno reunida de urgencia de apartar del proceso a Arquillo pese a que el profesor quería encerrarse ese mismo sábado con la Esperanza para restituir el efecto de su propia intervención.
Ahí la hermandad pasa a otorgarle a Peñuela plenos derechos sobre cualquier novedad que concierna a la talla, que vuelve a ser anunciada en redes sociales ya el domingo por la mañana, sin haber dado más información hasta la madrugada del martes, pero es el especialista Esteban Sánchez quien logra recuperar parcialmente el misterio del entrecejo de la Virgen, entre otras cuestiones, aunque queda más que comprobado que la Esperanza necesita una intervención mucho más minuciosa con el fin de que esté de la mejor manera posible, habiendo recuperado su identidad y lo que es más importante: que se garantice como era la idea primitiva su conservación en buen estado para el futuro.
La Macarena pone a la dolorosa tres días en veneración extraordinaria y convoca un cabildo de oficiales ya en la tarde del lunes para discutir, en paralelo a una manifestación a las puertas de la basílica, sobre el plan a seguir para dejar de caer en improvisaciones de cualquier tipo. La reunión mantiene a la junta de gobierno reunida hasta altas horas de la madrugada y se alarga, entre otras cosas, porque en ella participan dos profesionales contrastados sobre la materia como son Fuensanta de la Paz y Pedro Manzano, reconocidos por sus labores de restauración con casos de éxito como en las intervenciones a la Virgen del Rocío o la Esperanza de Triana, respectivamente, donde ambas imágenes salieron ganando sobremanera en dichas gestiones. Particulariza aquí la hermandad, que obvia decir sus nombres al no tener contrato alguno que los vincule, en que lo que se pretendía con la búsqueda de nuevas opiniones era «analizar el aspecto de la Virgen y, en función de las conclusiones de dicho análisis, actuar en consecuencia», manifiestan en el comunicado.
Fases del proceso con el IAPH
Es ahí y no antes cuando queda publicado que la Macarena le encarga al Instituto Andaluz del Patrimonio Histórico (IAPH) el peritaje donde se supervisará el estado integral de la imagen. No será quien se encargue de dicha restauración, pero sí serán quienes la supervisen. El procedimiento común de estas intervenciones es que una vez dicho peritaje concluya, que arrancó la pasada noche de martes por mediación de varios técnicos presentes en la basílica, se dé una propuesta de actuación que debe aprobar la junta, la Archidiócesis y el cabildo extraordinario, cuya fecha aún está por conocer. Queda reseñar que en noviembre tendrán lugar las elecciones a hermano mayor de la corporación, y está por ver cómo influirá el caso de la restauración fallida a los comicios y a las tres candidaturas —Dávila Miura, teniente hermano mayor de la junta a la que pondrá fin Cabrero, José Luis Notario, consiliario segundo de la junta macarena y Fernando Fernández Cabezuelo—. Lo que sí queda patente es que han sido dos los macarenos que han presentado su dimisión: el mayordomo y el prioste de la Esperanza. Nadie quiere que el proceso se alargue mucho pero nadie mira relojes sabiendo que con lo que se trabaja es nada menos que con que la Esperanza vuelva a ser Macarena.
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