Inocencio Arias: «Trump nos forzará a gastar más en defensa»

Una ocasión para conocer de primera mano en qué consiste realmente el trabajo de los diplomáticos, más allá de tópicos y estereotipos, pero también para escuchar las, a buen seguro, interesantes reflexiones sobre política internacional de quien ha sido portavoz de Exteriores con tres gobiernos diferentes de la democracia y embajador de España ante Naciones Unidas, entre otros cargos.

El acto, que presentará el director del Aula de Cultura de ABC de Sevilla, Francisco Robles , tendrá lugar este lunes, a las 20 horas, en la Sala Antonio Machado de la Fundación Cajasol (c/ Chicarreros, 1).

¿Con el Brexit puede cambiar el actual estatuto de Gibraltar? ¿Cree que comenzará a negociarse la cosoberanía este año, como afirmaba el exministro García-Margallo?

El Brexit es una mala noticia para Gibraltar. Francamente mala. Ahora bien, la cosoberanía no ocurrirá mañana ni pasado. La salida de Gran Bretaña de Europa es un paso hacia ella, pero los gibraltareños no están, por el momento, por la labor. Para nada, por el momento. Luego, veremos. Lo de negociarla en este año me parece un poco quimérico.

La llegada a la presidencia estadounidense de Donald Trump, ¿puede tener consecuencias sobre las bases americanas de Rota y de Morón? ¿Habrá un repliegue de Estados Unidos en política exterior?

No lo creo. El Pentágono y sus asesores le harán pronto, muy pronto, ver a Trump que los enemigos, como él mismo apunta, existen y que nuestras bases son literalmente vitales hoy por hoy. Lo que sí creo es que Trump nos dará algún que otro susto a los europeos, menos, con todo, de los que ya apuntan un montón de comentaristas españoles, y sobre todo, que nos forzará a gastar más en defensa. En esto no le falta la razón. Palpo en Estados Unidos un cansancio con que los europeos recorten su presupuesto de defensa pensando que Washington nos defenderá. Nos llaman ya gorrones.

¿Cómo cree que evolucionará la diplomacia en la era de la posverdad?

Los diplomáticos no entran mayormente en el juego de las mentiras, de las postverdades, te desprestigias. Pero no olvidemos que su papel ha decaído con la diplomacia directa de los políticos, que por cierto mienten más que nosotros. El desarrollo de las comunicaciones, teléfono móvil, internet, aviones...implica una reducción de la importancia de los embajadores.

¿Cree que el ciudadano medio se hace una idea aproximada de la labor de un diplomático?

No se la hace. Tiene unos estereotipos equivocados sobre los diplomáticos. Nos ve como afectados, cultos pero pedantes y despegados de la realidad española, personas que pululan de recepción en recepción. Somos, en realidad, servidores del Estado, con frecuencia burócratas, en el exterior. Por otra parte, por mucho que te cansen las recepciones o los cócteles, se tiene que ir por muchas razones. Con frecuencia no es que te apetezca ir. He tratado en partes del libro, a veces un poco humorísticamente, de despejar esa imagen equivocada. Espero que el lector se ría.