Dejó morir a su madre en un piso en Sevilla enferma, desnutrida, con úlceras, suciedad e insectos
El acusado, único hijo de la víctima, alega ante el jurado que sufría el conocido como síndrome de 'estrés del cuidador': «Estaba bloqueado, sufría mucho, no tuve un momento de lucidez»
Piden 17 años de cárcel a un sevillano por dejar morir a su madre enferma en unas condiciones inhumanas
El acusado de dejar morir a su madre en Sevilla en el banquillo este lunes en la Audiencia de Sevilla
Desde este lunes se sienta en el banquillo de los acusados de la Audiencia José Francisco P.R. como presunto autor de un delito de homicidio con la agravante de especial vulnerabilidad de la víctima, su madre. La dejó morir en su ... piso de Sevilla Este tras varias semanas encamadas, enferma, desnutrida, con úlceras, suciedad e insectos. «Condiciones inhumanas», según la Fiscalía. El acusado, el único hijo de la mujer y único familiar, ha alegado que padecía el síndrome de 'estrés del cuidador': «Estaba bloqueado, sufría mucho, no tuve un momento de lucidez para decir no puedo más con esto y aunque fuera tarde pedir ayuda».
José Francisco, en libertad provisional, se enfrenta a 17 años de cárcel. Es la petición que hace el Ministerio Público. Su defensa pide la libre absolución. El acusado admite que no cuidó a su madre en las últimas semanas o que no limpió la casa, pero lo achaca al bloqueo mental que padecía. Al tiempo que ha rechazado en varias ocasiones que su intención fuera acabar con la vida de su madre, que tenía 88 años. La Fiscalía habla de un homicidio por omisión.
La madre padecía problema de tensión y diabetes. Sufrió una diverticulitis. Los problemas de salud conllevaron que en el año 2005 se le practicara una colostomía. Desde 2016 «no la llevaba al médico». Ella vivía sola en su casa de la calle Profesor Manuel Clavero Arévalo y su hijo en Triana, aunque la visitaba con frecuencia
En julio de 2022 la víctima decidió encamarse. «A pesar de que era consciente de su deterioro físico y psíquico desatendió sus cuidados», ha señalado este lunes la fiscal, que ha pedido que el juicio sea a puerta cerrada cuando comparezca la inspectora del Grupo de Homicidios de la Policía que va a exponer desagradables fotos del estado en el que fue localizado el cadáver el 17 de agosto.
¿Cómo estaba el cuerpo?
La víctima era dependiente. Fue encontrada por los servicios sanitarios, a los que llamó el hijo la tarde del día 17, en condiciones inhumanas, con insectos, olor nauseabundo, sin sábanas, en un entorno de suciedad, heces, úlceras, desnutrida,...
Para la Fiscalía, «nada justifica una muerte en esas condiciones» por la falta de cuidados de una persona que no podía moverse por sí misma. El acusado no llamó a los médicos ni a servicios sociales para pedir ayuda. «Lo veía y no hacía nada», según la representante del Ministerio Público. «Los padres deben velar por sus hijos, pero los hijos no sólo tienen un deber moral de velar sus padres, sino una obligación legal».
Tanto la defensa como el propio acusado han alegado el bloqueo mental que le llevó a desatender los cuidados de su madre, 'estrés del cuidador', «desgaste físico y emocional en la persona tras una lucha diaria con una persona dependiente durante años». El abogado ha negado que hubiera motivos para querer su muerte, ni económicos, ni malas relaciones. El acusado llevaba cuidando de su madre, a la que el letrado ha calificado de «huraña», desde 2010, cuando murió su padre.
«No era capaz de hacer nada. Estaba bloqueado. Estaba sobrepasado y aquí hablamos del final, pero llevaba muchísimos, muchísimos años, vivía en soledad y con el peso de la responsabilidad», ha declarado José Francisco.
A preguntas de su letrado, ha reconocido que su incapacidad para atender a su madre y para ver lo que estaba pasando «lo llevará hasta que muera». «No sé cómo pude soportar el sufrimiento y la soledad durante tantos años», ha concluido el acusado, que almorzaba con su madre dos o tres veces en semana y la visitaba los domingos por la mañana. Él se encargaba de llevarle la compra, pero nada más. Cuando la víctima encamó no atendió la limpieza del piso, ni la higiene de su madre, a la que alimentaba a base de líquidos. Cuando murió la tapó con la una sábana limpia.
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