Un conductor sevillano podría ir seis años a la cárcel por conducir con una «borrachera intensa» en el accidente en el que murió su mujer

Según el escrito de acusación de la Fiscalía, recogido por Europa Press, los hechos acontecieron sobre las 1,42 horas de la madrugada del 25 de diciembre de 2020, o sea la noche de Navidad del primer año de pandemia, cuando el acusado, de entonces 40 años de edad y con dos condenas previas por delitos contra la seguridad vial y otras dos por con conducción de vehículo motorizado sin permiso o licencia, circulaba a los mandos de un coche marca BMW «en condiciones no apropiadas para ello por la previa ingesta excesiva de alcohol que mermaba» sus reflejos.

El inculpado, según la Fiscalía, conducía «de manera despreocupada y sin prestar atención a las circunstancias del tráfico» e incluso «con absoluto desprecio a las normas más elementales de seguridad, incrementó» la velocidad del vehículo hasta «perder el control del coche», que se desvió hacia la derecha impactando contra la mediana, de tal manera que el quitamiedos lateral «se introdujo por el faro derecho del coche y salió por el maletero».

«El hierro penetró por el abdomen de su esposa, que estaba sentada en el puesto de acompañante, atravesándola y causándole la muerte«, detalla la Fiscalía, agregando que una sobrina del inculpado, de 15 años y que también viajaba en su BMW, sufrió el impacto del quitamiedos, que le causó una fractura de tibia y peroné, sección del miembro peróneo y tendón extensor y pérdida de musculatura, de tal manera que actualmente »no puede saltar ni correr y necesita muletas en terreno irregular«.

También resultaron lesionados, como pasajeros del coche, un sobrino de 16 años, una hermana de él de 38 años de edad y su propia hija de sólo dos años de vida, quien viajaba «en una silla de retención infantil». El escrito de la Fiscalía agrega que el estudio de la prueba de alcoholemia practicada al acusado arroja que el mismo presentaba entre 0,89 gramos y un gramo completo de alcohol por litro de aire espirado, «lo que se corresponde con una borrachera intensa que implica una conducción peligrosa«, fijando en 82 kilómetros por hora la velocidad del coche siniestrado en el momento del accidente, cuando se trataba de un tramo de vía con limitación de 50.

Dado el caso, la Fiscalía reclama para el acusado seis años de prisión por un delito de homicidio por imprudencia grave, así como nueve años de privación del derecho a conducir vehículos a motor y ciclomotores.