La búsqueda de Marta del Castillo podría seguir más allá de la zona acotada en Camas

Fuentes de la Policía Nacional dijeron a ABC que queda unos 400 metros cuadrados por explorar en la zona acotada, y aseguraron «no se descarta que los efectivos sigan buscando fuera de esa porción de terreno,y dentro de la misma escombrera, si es que no hay los resultados que se esperan en las excavaciones que se realizan en una superficie de unos 1.500 metros cuadrados».

De modo que, si las condiciones meteorológicas son favorables, los trabajos seguirán hoy mientras que la familia de la joven asesinada en enero de 2009 continúa en vilo. El padre de Marta declaró ayer que no hay novedad alguna y que están pendientes de cualquier signo y «confiados, como siempre, en el gran esfuerzo que está haciendo la Policía».

En cuanto a Miguel Carcaño, Antonio del Castillo asegura que está preso en Sevilla 1 a donde lo trasladaron desde Herrera de la Mancha en Ciudad Real, el pasado mes de marzo por lo que dicho cambio podría tener relación con la búsqueda que se está realizando ahora en la escombrera.

Pero ni la Policía ni Antonio del Castillo saben si Carcaño ha sido conducido a la escombrera «porque a nosotros no nos lo dicen» dijeron ambas fuentes que sí confirmaron su estancia en dicho establecimiento penitenciario sevillano.

Paradójicamente, y a pesar de ser un hecho raro, durante esta búsqueda, la Policía halló en la zona hace dos semanas restos óseos que hicieron crecer en la familia la esperanza de que correspondían a Marta, aunque finalmente el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA), confirmó que no eran los de la joven, ya que, según determinaron los forenses desplazados hasta la zona, la antigüedad de los huesos hallados hace que sean incompatibles con ella.

Fue otro jarro de agua fría para los padres —«porque no todos los días se encuentran huesos humanos en Sevilla»— que desearon a Carcaño, concretamente la madre, «lo peor». Eva Casanueva incluso pidió a las autoridades que el asesino confeso de su hija no goce de ningún privilegio en la cárcel y salga al patio con el resto de los reclusos.