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Biografías: Sir Arthur Neville Chamberlain, Primer Ministro británico

Un «pacificador» que no consiguió calmar a Hitler

Fue el principal impulsor de la política de apaciguamiento, con la que se intentó preservar la paz cediendo a las pretensiones del Führer

Un «pacificador» que no consiguió calmar a Hitler

Arthur/Chamberlain/Primer Ministro británico/Birmingham, 18 de marzo de 1869-Heckfield, 9 de noviembre de 1940/

Primer ministro del Reino Unido desde 1937 a 1940, y perteneciente al Partido Conservador, Neville Chamberlain es una de las figuras claves del periodo de pre-guerra, indisolublemente ligado a la política de apaciguamiento, de la que fue uno de sus principales agentes. Con ella, Chamberlain, al igual que otros políticos europeos, en su mayoría de corte conservador, intentaba preservar la paz al calmar las ansias revanchistas y revisionistas de la Alemania de Hitler, que denunciaba las cláusulas del Tratado de Versalles referentes a cuestiones territoriales, económicas y de rearme del ejército germano. La realidad, como sabemos, fue bien diferente, pues esta política contemporizadora sólo sirvió para acrecentar las ambiciones de Hitler, aumentar su prestigio entre el pueblo alemán y asentar la opinión de sus dubitativas fuerzas armadas ante las aventuras anexionistas del Führer.

La política de apaciguamiento tuvo su culmen en los Pactos de Múnich, que entregaron los Sudetes , territorio de la República Checoslovaca, al Reich, con la garantía dada por Hitler a Chamberlain de que en ese punto se acabarían las reivindicaciones territoriales alemanas. El engaño del que habían sido objeto los políticos europeos se mostró claramente tras la ocupación incruenta y desmembración de la República Checa, incorporada al Reich como protectorado, y la creación del estado títere de Eslovaquia. Sin embargo, estos hechos hicieron despertar al Primer Ministro inglés de su letargo, al igual que a otros sectores más o menos contemporizadores con el nazismo en las filas conservadoras, lo que llevó a Londres a abandonar la política de tibieza frente a Hitler. Fue el inicio de planes progresivos de rearme y de una posición de firmeza ante cualquier presión germana, que culminaron con los pactos y garantías dados a Polonia por parte del Reino Unido y Francia de mantener tanto su independencia como su integridad territorial.

Tras el inicio de la contienda, la figura y la política de Neville Chamberlain fue cada vez más cuestionada, tanto dentro del Gabinete de Guerra como en el propio Gobierno y Parlamento, hasta provocar su caída en medio de una grave crisis producida por la fallida expedición a Noruega y la inactividad de las tropas estacionadas en Francia.

Apoyado permanentemente por el que sería su sucesor, Winston Churchill, a pesar de las profundas diferencias habidas entre ambos en los años 1939 y 1940, Neville Chamberlain fue una de las figuras más prestigiosas y más respetadas del Partido Conservador, aunque muy contestada por el Partido Laborista, sobre todo en cuestiones de política exterior, tanto por la postura oficial de no-intervención durante la Guerra Civil española como por su falta de respuesta a las provocaciones militares de Hitler o Mussolini.

Ministro de Sanidad, de Finanzas y jefe del Partido Conservador a lo largo de su carrera política, las múltiples adhesiones personales a su figura y a su labor como primer ministro han quedado ensombrecidas por su falta de visión y perspectiva sobre el nazismo y sobre Adolf Hitler, quedando como figura icónica del apaciguamiento. Retirado del gobierno en 1940, y apartado de la vida pública debido a problemas de salud, aún mantuvo una colaboración plena con Winston Churchill desde el Consejo de Estado hasta su muerte, ocurrida en ese mismo año.

Archivo Fernández-Xesta

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