Si el exceso de sudoración condiciona tu vida, ¡no te preocupes porque tiene solución!

Este exceso de sudoración o hiperhidrosis (bromhidrosis si hay mal olor corporal), según explica el doctor Ignacio Sánchez-Carpintero, jefe de la Unidad de Dermatología de la Clínica Dermatológica Internacional (CDI) y dermatólogo del Hospital Ruber Internacional, suele aparecer en axilas, manos, y pies; y en personas que pueden estar sin practicar deporte o sin calor.

«Simplemente sudan, a veces tanto, que pueden empapar la ropa e impedirles llevar una vida o una rutina normales, aparte de generarles problemas psicosociales, como la ansiedad, por ejemplo», resalta.

Señala que la hiperhidrosis puede afectar a un 2% de la población de raza blanca, siendo más frecuente en la edad adulta, entre los 25 y los 65 años. «No está clara cuál puede ser su causa, aunque podría darse en personas con cierta predisposición hereditaria, puesto que puede verse en algunas ocasiones como un problema en varios miembros de la misma familia», resalta el doctor Sánchez-Carpintero.

El diagnóstico puede realizarse mediante una evaluación del especialista, y por ello aconseja consultar con un dermatólogo cuando esa sudoración sea excesiva y perturbe la vida diaria del paciente, se sude sin causa aparente, o esta afecte a nivel personal.

Además, recalca el experto, que la sudoración excesiva en el largo plazo, aparte de mermar la calidad de vida del paciente, puede conllevar otro tipo de complicaciones como infecciones o inflamaciones en la piel (eccemas o dermatitis por ejemplo). Por lo que anima a no dejar de consultar este problema con un especialista.

El tratamiento estrella

Hay varias vías de tratamiento, según detalla el dermatólogo, como diversos antitranspirantes, fármacos anticolinérgicos, la toxina botulínica, y a veces la cirugía, entre otros.

Pero, a mi juicio, un tratamiento muy eficaz, frente a tantas técnicas hoy en día disponibles, la estrella, el de elección, es la tecnología 'Miradry'. Se trata de un dispositivo que genera ondas microondas y es muy eficaz para eliminar este problema de excesiva sudoración», destaca.

Es la última técnica que ha salido al mercado para combatir la hiperhidrosis o sudoración excesiva y precisamente la Clínica dermatológica Internacional (CDI) ha sido el primer centro en España en incorporar esta tecnología «con resultados extraordinarios», según valora Sánchez-Carpintero. De momento solamente se puede aplicar en las axilas.

¿Cómo funciona? Según detalla el dermatólogo, consigue a través de ondas microondas una temperatura muy elevada de 65-70 grados. «Por este efecto térmico se eliminan las glándulas responsables de la sudoración, pero también las glándulas apocrinas, responsables del mal olor», aclara.

De hecho, subraya que hay pacientes con este problema, bromhidrosis, una afección donde el olor corporal es exagerado y originado por la secreción de las glándulas sudoríparas, y que condiciona aún más su vida personal y laboral en general.

«Al eliminar las glándulas se consigue que el paciente sude menos y el sudor que tiene no huela prácticamente nada», asegura el especialista de Ruber Internacional.

Este problema dice que puede solucionarse con una sesión o con dos, en caso de ser extrema la sudoración del paciente. Consiste en un tratamiento ambulatorio, donde se utiliza anestesia local. «Esta se inyecta en el paciente a través de una aguja muy fina en la axila, casi imperceptible, y tras dormir la zona axilar se procede al tratamiento. «Se calca en la piel una plantilla y posteriormente se aplica el aparato (MiraDry) que a través de un manípulo que tiene una ventosa que succiona la piel se emiten las ondas en la axila, aplicando varios impactos hasta cubrir la totalidad de la superficie», aclara.

En concreto, este procedimiento dura una hora y sus efectos se ven desde el primer día, según manifiesta, al tiempo que se consigue disminuir en torno a un 80% de la sudoración y también del mal olor, con una o dos sesiones en casos extremos.

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«Todas las técnicas pueden tener complicaciones, pero en este caso, esta es muy segura y además de muy eficaz clínicamente. Las complicaciones son locales y temporales. La mayor parte de los pacientes tiene inflamación local. En la axila pueden aparecer pequeños nódulos, aparte de ocasionar un poco de dolor que se controla muy bien con analgésicos como los antiinflamatorios. Habitualmente, esta sintomatología y los signos visibles de inflamación ceden en una semana. «El paciente habitualmente hace vida normal a partir del día siguiente», subraya.

Con todo ello, el doctor Sánchez-Carpintero resalta que se trata de una técnica con un índice de eficacia «muy elevado», así como con un grado de satisfacción del paciente muy alto. «Realmente resuelve un problema que hasta hace poco tiempo tenía muy difícil solución», concluye.