Cuando se nos descontrola el asma: ¿por qué?¿qué hacer en estos casos?

«Se estima también que hasta un 60-70% de los asmáticos no tienen bien controlada su asma . En este sentido, cerca del 2% de los ingresos en hospitales son debidos a crisis asmáticas y un 80% de estos son evitables con el tratamiento adecuado. El asma grave representa en nuestro país, en términos económicos, el 50% del gasto total en el tratamiento de esta enfermedad y supone un coste sanitario incremental anual de 11.703 euros », precisa la sociedad científica.

En este sentido, el doctor Luis Manuel Entrenas, jefe de servicio de Neumología del Hospital Quirónsalud Córdoba , reconoce que el asma es una enfermedad crónica “muy prevalente”, si bien, pese a que se disponen de unas magníficas guías y de un tratamiento adecuado, «lamentablemente el mal control de la enfermedad es una situación muy común y por muchas causas, pero aunque parezca increíble la más frecuente es porque no siguen los tratamientos ni cumplen con las pautas de medicación».

Según advierte este neumólogo, el fin de todos los tratamientos contra el asma es mantener la enfermedad bajo control: «Dicho control lo definen las guías de tratamiento midiendo la ausencia de síntomas, una función pulmonar normal y una ausencia de exacerbaciones (ataques de asma) », y tiene dos dimensiones, el control del paciente en ese momento y el riesgo futuro.

A su vez, destaca que el control de esta patología tiene dos dimensiones: el control del paciente en ese momento y el riesgo futuro. El doctor sostiene que en la práctica clínica es muy habitual que se pueda constatar la ausencia de síntomas y medir la función pulmonar, que es lo que se conoce en las guías actuales como control actual, pero no se dispone de ninguna herramienta que mida el riesgo de padecer en el futuro un ataque de asma, que es lo que se denomina ‘riesgo futuro’.

«Para el control de la enfermedad en el presente se hacen caso a los síntomas. Sobre el riesgo futuro, que incluye la posibilidad de ataques de asma, hasta ahora no se puede predecir el riesgo de un ataque de asma en un paciente», remarca el especialista de Quirónsalud Córdoba.

Precisamente, este centro hospitalario andaluz es el único de la comunidad autónoma que forma parte de un estudio nacional, denominado AIRQ , donde un total de 10 hospitales van a intentar identificar en los próximos meses, y con precisión, el asma no controlada , y en concreto aquellos pacientes que, pese a presentar una situación controlada de la enfermedad, tienen riesgo de sufrir ataques de asma. Participan en él 300 pacientes con diferentes características asmáticas.

Aquí el doctor Entrenas subraya que, en principio, quienes tienen más riesgo de padecer un ataque de asma son aquellas personas que previamente hayan tenido ya uno, hayan sido ingresados, especialmente en la UCI; si bien advierte de que «no están exentos los pacientes leves que requieran muy poco tratamiento».

Por otro lado, este neumólogo advierte de que con el cambio climático hay datos que indican que esta patología va en aumento, especialmente en las grandes ciudades muy contaminadas, un factor que podría estar contribuyendo a generar nuevos casos. «En nuestro medio contribuye a empeorar el control de la enfermedad y a aumentar la prevalencia de ataques de asma» agrega.

De hecho, otro punto a tener en cuenta en este escenario, según alerta la Academia Americana de Médicos de Familia, es que el asma en algunas ocasiones puede ser difícil de controlar y los esfuerzos de los pacientes a la hora de lograrlo no siempre funcionan. «Esto es especialmente cierto cuando un desencadenante hace que el asma se agudice. Esto puede enviarlo de vuelta al médico o a la sala de emergencias», remarca la entidad.

Por eso y para mantener el asma controlada, el jefe de servicio de Neumología del Hospital Quirónsalud Córdoba , el doctor Luis Manuel Entrenas , recomienda siempre a los pacientes seguir al pie de la letra los tratamientos prescritos por el especialista, tanto en frecuencia como en dosis pautadas, así como en la forma de hacerlo, atendiendo a una correcta técnica inhalatoria, y nunca automedicarse en este sentido.

Por otro lado, aconseja huir totalmente del tabaco , tanto propio como pasivo, alejarse de ambientes con humo; al mismo tiempo que ve imprescindible la práctica regular de ejercicio físico. «Todos los deportes son adecuados en este sentido, pero muy especialmente los ejercicios aeróbicos como la natación, la carrera, o el ciclismo», resalta.

Otro de sus consejos es huir de aquellos factores sobre los que el paciente tenga sensibilidad, así como identificarlos y evitarlos, al ser posibles desencadenantes de los ataques de asma. Los comunes dicen que son los pólenes, el moho, el cambio climático o infecciones como los catarros.

« Habría que evitar el esfuerzo exterior en los días de alta contaminación y, si estoy sensibilizado a algún polen, evitar el esfuerzo en exterior los días de polinización. Clásicamente, se dice que los niveles de polen son más altos a primera hora de la mañana y al atardecer, pero como es muy variable, lo aconsejable es consultar los niveles de polen y contaminación», detalla el neumólogo.