El síndrome post-covid19 incluye hasta 50 síntomas

El síntoma más frecuente, señala a ABC Salud la Dra. López-León, fue la fatiga, que recuerda «un poco al síndrome de fatiga crónica que se produce por otras infecciones virales, como de Epstein-Barr, citomegalovirus y herpes». Después está «el dolor de cabeza, pérdida de cabello, desorden de atención y sensación de falta de aire ».

Lo que las investigadoras han constatado es que los efectos de la covid-19 a largo plazo involucran distintos órganos y sistemas por lo que «para manejarlos será esencial entenderlos y tratarlos con soluciones integrales».

Una gran mayoría de los efectos son neurológicos, como depresión, ansiedad, confusión, estrés post-traumático, insomnio, explica López-León, pero otros involucran al corazón, como arritmias y miocarditis; los pulmones, como tos, dolor de pecho, baja capacidad de difusión pulmonar, fibrosis de pulmón y apnea del sueño; y, con menos frecuencia, también se describen efectos en los ojos, aparato digestivo , incluso en la piel.

Las investigadoras recalcan que el estudio, publicado el 30 de enero en MedRxiv como pre print, es el primero en su tipo. «Es la primera vez que se revisa la literatura disponible en 2020 sobre el tema y se cruzan los estudios».

La revisión no ha podido establecer la duración máxima de estos síntomas, pero algunos trabajos recientes, como uno realizado en Wuhan (China) y publicado recientemente en « The Lancet » encontró que el 76% de los pacientes estudiados tenía síntomas como fatiga a los 6 meses o la encuesta primera Encuesta en personas con covid persistente que ha elaborado la Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia (SEMG) y sugería que más del 10% de las personas que han padecido covid-19 pueden tener síntomas a largo plazo (185 días).

Y ayer mismo un pequeño estudio llevado a cabo en Italia y publicado en medRxiv advertía sobre el covid persistente en los niños. Los médicos de un gran hospital italiano rastrearon a 129 niños y adolescentes con covid-19 que, en general, estaban sanos, y vieron que, de media de unos cinco meses después de su diagnóstico, solo alrededor del 42% se había recuperado por completo. Aproximadamente uno de cada tres todavía tenía uno o dos síntomas y más de uno de cada cinco tenía tres o más.

Los problemas persistentes más comunes fueron insomnio, síntomas respiratorios que incluían dolor y opresión en el pecho, congestión nasal, fatiga, dolor muscular, dolor articular y dificultades de concentración. Aunque estos problemas eran más comunes en niños que habían estado enfermos, también se desarrollaron en jóvenes infectados con pocos o ningún síntoma.

Nuestro estudio, asegura López-León, incluyó personas de 17 a 87 años, con síntomas, de todas las severidades (leve, moderado, grave) por un máximo de 110 días, pero hacen falta más trabajos para estratificar por edad, sexo, historia de enfermedades previas, características de covid agudo, y severidad, incluyendo asintomáticos para poder tener más información. Este estudio solo es una fotografía de lo que estamos viendo ahora mismo”, indica.

Las investigadoras señalan que, a pesar de que cada vez son más las clínicas especializadas post-covid-19 que a raíz de todo esto han comenzado a establecerse involucrando equipos multidisciplinarios, «es importante identificar con mayor detalle los factores de riesgo, para así diseñar medidas preventivas y mejores estrategias para su manejo, tratamiento y rehabilitación».

Durante el estudio, detalla la investigadora española, vimos que se había recogido mucha de su información a través de encuestas con preguntas determinadas por lo que algunas personas no pudieron incluir síntomas o signos particulares que les hubiera gustado compartir. « Sugerimos por ello que, en futuros cuestionarios, se agreguen espacios abiertos para que los pacientes añadan aquellos efectos que no han sido enumerados ».

Las investigadores aseguran que es indispensable desmenuzar mejor las características de todos los pacientes para comprender mejor este enigma y poderles ayudar con mayor efectividad; sin perder de vista la importancia de una perspectiva integral.

Y concluyen: «la mejor manera de prevenir los síntomas post covid-19 es evitar los contagios, usando dos mascarillas, evitar espacios cerrados, ventilar, y claro, con la vacuna. No hay olvidar que aún no conocemos el mecanismo que desencadena los efectos persistentes, ni las condiciones que hacen que el 80% sea susceptible a desarrollarla».