Los mayores y las minorías, los grandes olvidados de los ensayos clínicos para Covid-19

Algo que sin duda resulta paradójico porque son las personas de mayor edad a las que más ven afectadas por COVID-19. En todo el mundo mundial, las personas de 65 años o más representan el nueve por ciento de la población, pero constituyen del 30 al 40 por ciento de los casos de COVID-19 y del 80 por ciento de las muertes por COVID-19.

El estudio coordinado por Sharon K. Inouye , del Centro de Envejecimiento del Cerebro en el Instituto Hinda (EE.UU.) ha analizado la frecuencia con la que se registraron todos los ensayos clínicos de COVID-19 en la base de datos https: / / www. ensayos clínicos. gov / 1 de octubre de 2019 al 1 de junio de 2020 y han visto que no incluían a las personas mayores.

Esto se determinó la revisar las exclusiones directas basadas en la edad o las excepciones que afectan preferentemente a las personas mayores, como la presencia de otras enfermedades o que requieren la participación de Internet o teléfonos inteligentes.

Sus hallazgos indican que es muy probable que los adultos mayores sean excluidos de más del 50 por ciento de los ensayos clínicos de COVID-19 y del 100 por ciento de los ensayos de vacunas. La inclusión de adultos mayores en los ensayos clínicos es fundamental para garantizar un acceso equitativo a estos tratamientos.

Según el estudio, es importante que los ensayos clínicos de COVID-19 contemplen a personas mayores para asegurar la efectividad de los tratamientos y encontrar la dosis adecuada en este grupo de edad, que puede ser diferente de otros grupos debido a los cambios propios del envejecimiento.

Los investigadores que participaron en este estudio están particularmente preocupados de que la exclusión de los adultos mayores de los ensayos clínicos pueda conducir a tratamientos que son ineficaces y que, incluso pueden ser tóxicos para los adultos mayores.

«Sin duda, se necesitan algunas exclusiones para proteger la salud y la seguridad de los adultos mayores, como las comorbilidades mal controladas -señala Inouye- Sin embargo, muchos no están bien justificados y parecen ser más por conveniencia de los investigadores. Nos preocupa que la exclusión de los mayores de los ensayos clínicos limite sistemáticamente nuestra capacidad para evaluar la eficacia, la dosis y los efectos adversos de los tratamientos COVID-19 en esta población».

El hecho de que las comunidades más afectadas por Covid-19 también hayan estado lamentablemente infrarrepresentadas en los ensayos clínicos no es una coincidencia. En EE.UU . ser negro, latino o nativo americano, por ejemplo, significa que es más probable que no sean incluidos en estos ensayos.