Alineadores transparentes, blanqueamiento y carillas: guía para mejorar la sonrisa sin perder la salud
Son los tratamientos más demandados en estética dental. Te contamos los pros y los contras, y los consejos de los expertos para acertar
Ni limón ni bicarbonato: Los consejos de los dentistas para prevenir y quitar el sarro de los dientes
Lo que tu boca cuenta de ti y no sabes
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Iniciar sesiónDicen que la distancia más corta entre dos personas es una sonrisa o que una sonrisa es una línea curva que lo endereza todo. También que este gesto tiene un gran poder y que es la mejor carta de presentación porque nos fijamos ... en ella nada más conocer a alguien. Pero, por la misma razón, es una de las zonas del cuerpo que más complejos genera, hasta el punto de que algunos dejan de sonreír cuando no se sienten seguros de su estética dental.
Más allá de los tratamientos enfocados a embellecer los dientes, los dentistas recuerdan que la base de una boca 'bonita' es una boca saludable. Es decir, ningún tratamiento estético va a conseguir resultados óptimos si el interior de la boca no está sana o tiene problemas funcionales. Y para determinar esto, siempre se necesita la opinión de un profesional. Olvídese de remedios de abuelas o trucos de TikTok para blanquear sus dientes o limarlos en casa, también de comprar alineadores por internet sin ningún tipo de asesoramiento odontológico. Porque nada es inocuo y además de no solucionar sus problemas se puede encontrar con otros nuevos.
A día de hoy, los procedimientos con mayor demanda en cuanto a estética dental son el blanqueamiento, la ortodoncia invisible para adultos y la colocación de carillas de porcelana. La búsqueda de la sonrisa de cine es algo que preocupa tanto a hombres como a mujeres. Le contamos los pros y los contras de cada uno y en qué debería fijarse si está interesado en realizarse alguno de estos procedimientos.
Blanqueamiento
Es el tratamiento estético estrella en mayores de 18 años porque es fácil y los resultados se notan desde el primer día. «Es inocuo bajo supervisión de un especialista, sus resultados son muy duraderos y tan solo basta con 1 mes para realizarlo», asegura el doctor Jorge Ferrús, especialista en Implantología y Periodoncia y cofundador de la Clínica Dental Ferrus&Bratus de Madrid.
Una parte del tratamiento se realiza en la clínica y la otra en casa, pero siempre bajo las indicaciones del experto. Además, antes de nada, se debe hacer un estudio completo de la boca para descartar posibles problemas, como caries, que entran en conflicto con el blanqueamiento. La boca debe estar sana antes de iniciar el procedimiento. Es recomendable hacer una higiene dental para poner a punto los dientes y las encías, ya que cuando están libres de sarro, el blanqueamiento es aún más efectivo. El único contra, señala el experto, es que algunos pacientes pueden notar un aumento de la sensibilidad dental mientras dura el tratamiento. «Pero es totalmente pasajera y desaparece al cabo de un mes, cuando hemos finalizado el blanqueamiento», afirma.
Desaconseja totalmente recurrir a métodos caseros o a productos adquiridos por internet. «Respecto a los productos y pastas que venden, en España está en vigor una normativa europea que prohíbe el uso de productos con más de un 1% de peróxido fuera del entorno médico. Esta cantidad es ínfima para conseguir resultados esperables de un blanqueamiento. Por eso, solo los dentistas podemos entregar productos realmente adecuados para aclarar el tono de los dientes», advierte.
Aunque casi cualquiera puede someterse a un blanqueamiento dental, «deben evitarse en pacientes con gingivitis, caries activas, muchos desgastes dentales, restauraciones antiguas, menores de 18 años y embarazadas», apunta el doctor Andrés de la Nuez, especialista en estética dental y rehabilitación oral de la Clínica Friedländer en Barcelona.
Respecto a las pastas de dientes de supermercado que prometen blanquear los dientes, el experto aclara que suelen contar con una partícula un poco más abrasiva que puede eliminar alguna mancha o pigmentación en el esmalte, pero no consiguen un cambio de color.
Los blanqueamientos dentales profesionales pueden aguantar en buenas condiciones hasta dos años si tenemos cuidado con la higiene y con lo que comemos. El diente de forma natural tiende a un color marfil, pero la edad y determinados hábitos pueden hacer que se oscurezcan. El tabaco, el café, el té, el vino, los refrescos, la cúrcuma o el pimentón tienden a oscurecer los dientes. Tampoco son recomendables los productos ácidos. «Tenemos pacientes que cada mañana se toman un zumo de limón y vienen con el esmalte totalmente desgastado por una erosión clínica bestial. Es demasiado agresivo», avisa el doctor Andrés de la Nuez.
Alineadores invisibles
En los últimos tiempos, otro de los tratamientos que se ha popularizado, gracias a las redes sociales, son los alineadores transparentes, una ortodoncia más higiénica, cómoda y estética que los tradicionales brackets, pero que necesita siempre de la supervisión de un profesional y que no vale para todos los pacientes. El problema es que algunas empresas están vendiendo estos alineadores directamente al público y esto implica unos riesgos. El Consejo General de Dentistas lo puso hace un par de años en conocimiento de la Agencia Española del Medicamento y Productos Sanitarios (Aemps), que emitió una nota informativa recordando que la única manera de garantizar la seguridad de los tratamientos de ortodoncia es contar con un profesional sanitario y que no deben realizarse compras online de aparatos como alineadores dentales invisibles.
«La venta directa al paciente de tratamientos de ortodoncia invisible, sin la supervisión de un dentista, presenta serios riesgos tanto para la salud bucodental como para el resultado final del tratamiento. Partimos de la base de que cada boca es única y requiere de un diagnóstico profesional que contemple no solo la alineación dental visible, sino también aspectos menos evidentes como la salud de las encías, la oclusión y la integridad de los huesos maxilares. Un dentista diagnostica, prescribe y realiza evaluaciones detalladas, incluidas radiografías y moldes, para asegurar que el tratamiento sea adecuado y seguro para el paciente. Sin esta evaluación profesional, el paciente podría ser víctima de un tratamiento que no solo es ineficaz, sino que también podría provocar problemas dentales a largo plazo, como trastornos de la articulación temporomandibular (ATM), enfermedades periodontales e, incluso, pérdida de dientes», explica a ABC Óscar Castro Reino, presidente del Consejo General de Dentistas de España.
En la misma línea, el doctor Itamar Friedländer, ortodoncista y fundador de clínica dental Friedländer, asegura que lo primero es un buen diagnóstico, tener los objetivos de tratamiento claro y luego escoger la mejor herramienta. «No hay que escoger el aparato primero», afirma. Además, recomienda buscar clínicas donde no solo ofrezcan alineadores sino que cuenten con más tipos de ortodoncia y en el que trabaje un equipo de odontólogos de distintas especialidades con suficiente experiencia para tratar casos complejos.«Muchas veces estas clínicas low cost que solo trabajan con alineadores venden tratamientos sin extracciones, sin tornillos, sin nada auxiliar. Hacen mucha expansión, sacan los dientes fuera del hueso y vemos luego pacientes que vienen con mordidas que están fatal. Lo barato sale caro», advierte el doctor Friedländer.
El doctor Jorge Ferrús también aclara que, pese a que los alineadores son tan eficaces como cualquier otro sistema, no siempre están recomendados. «Es preferible optar por sistemas de brackets para maloclusiones muy pronunciadas, como sobremordidas aumentadas, para dientes con apiñamiento severo y para pacientes que necesitan cirugía ortognática. El motivo es que un sistema fijo siempre va a ser más rápido en este tipo de maloclusiones severas y tienen un mejor anclaje que los alineadores. De hecho, los alineadores requieren de la colocación de ataches, que son unos pequeños relieves de composites adheridos en los dientes y que sirven como punto para ayudar a los alineadores a realizar los micromovimientos planificados», señala.
Carillas
Detrás de esas sonrisas perfectas que vemos en televisión y en redes sociales con dientes blancos cuadrados, en ocasiones bastante grandes, perfectamente alineados, suele haber unas carillas. Es un tratamiento estético que tiene sus pros y sus contras. Para colocar las de porcelana es necesario casi en la totalidad de casos limar ligeramente los dientes antes de colocarlas. Aunque son ultrafinas, la carilla aporta volumen extra, de apenas unos milímetros, al diente, así que para que todas las piezas queden iguales hay que intervenir levemente sobre las mismas. «Para mantenerlas más tiempo, siempre aconsejamos el uso de una férula de descarga para las horas de sueño, cuidar la higiene en casa y acudir a las revisiones planificadas por el dentista», apunta el doctor Ferrús.
Las carillas también pueden ser de composite, una resina moldeable que imita fielmente el tono de los dientes. Más económicas, pero que exigen un mantenimiento anual de brillo y pulido de márgenes porque «envejecen», explica el doctor de la Nuez. Por lo que cada 7-9 años hay que remplazarlas.
Las carillas de cerámica, sin embargo, tienen un pulido duradero. No les hace falta hacer ningún mantenimiento más allá de la higiene diaria normal y controles radiográficos, y pueden durar hasta 25 años. «En un paciente que tome mucho café, té o fume es mejor poner cerámica que composite», ejemplifica el experto. Cualquiera puede ponerse unas carillas, pero «siempre haciendo un buen estudio de la función de la boca», advierte el doctor Andrés de la Nuez.
Brillantes, grillz y piercings
Si hace unos años la moda eran los piercing en la boca, ahora es habitual ver brillantitos en determinadas piezas dentales. Algunas celebrities se atreven incluso con los grillz, que son una fundas-joya de quita y pon. El último en lucirlo ha sido el rapero, productor discográfico, diseñador de moda y empresario estadounidense Kanye West, que se ha colocado un grillz de titanio elaborado por uno de los mejores técnicos dentales del mundo, Naoki Hayashi. «Nunca recomendamos la colocación de este tipo de adornos dentales. Es un cuerpo extraño en la boca que dificulta la higiene diaria y puede dañar tanto los dientes como las encías. Hay una mayor probabilidad de sufrir una fisura, astilla o rotura en los dientes si usamos grillz muy duros y que ejercen demasiada fuerza sobre las piezas. Debido al continuo roce del grillz dental con la mucosa oral, es posible que aparezcan llagas o experimentemos sangrado en el interior de los labios», advierte el doctor Ferrús.
Los piercings en la boca tampoco son la mejor idea desde el punto de vista de la salud bucal. «Pueden provocar erosiones dentales y retracciones de encía bastante graves por el contacto del piercing con la encía. Y comiendo con un piercing en la lengua, se puede morder la bola sin querer y se fracturan cúspides que hay que reparar o extraer», concluye el doctor Andrés de la Nuez.
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