Los murciélagos, un reservorio de virus reemergentes
Los murciélagos parecen ser el mayor reservorio viral animal, asegura un estudio de Nature.
ABCSalud
El sarampión, las paperas, la neumonía, la gripe, o incluso la encefalitis en el hombre, como la enfermedad de Carré (moquillo) en el perro y la peste de los pequeños rumiantes son muchas de las infecciones originadas por virus de la misma familia: los Paramyxoviridae.
Un estudio internacional realizado en colaboración con investigadores del Instituto de Investigación para el Desarrollo (IRD) y publicado en la revista Nature communications , ha identificado más de 60 nuevas especies de estos peligrosos agentes infecciosos, es decir, cerca del doble de las ya conocidas hasta ahora. Esta familia de patógenos extremadamente diversificados afecta a todos los animales, desde cánidos hasta aves, pasando por bovinos o también por el hombre. En estas condiciones, no resulta fácil determinar de qué huésped provienen estos virus. Pero gracias a un muestreo mundial, el equipo de investigación pudo descubrir su origen: los murciélagos .
Los virólogos reunieron 10.000 muestras de animales aproximadamente, de las cuales unas 90 especies de quirópteros provenían de África, América latina, Asia y Europa. A través de análisis de sangre y de órganos, pudieron observar una gran diversidad genética de paramixovirus en estos pequeños mamíferos. Esto sugiere que dichos agentes infecciosos tuvieron tiempo de evolucionar en gran medida en los murciélagos a lo largo de la historia. Por tanto, están presentes en estos últimos desde hace mucho tiempo. Además, los científicos los descubrieron en todas las especies conocidas de quirópteros de todo el mundo.
Origen de infecciones
Esta distribución planetaria implica que se produjo una difusión de continente a continente a partir de un antepasado común y que estos huéspedes voladores son portadores desde hace varios milenios. Por último, los biólogos encontraron en los órganos de los murciélagos casi todos los géneros de la familia de los paramixovirus, lo que no sucede en otros animales. Semejante representatividad viral confirma que, sin lugar a dudas, los murciélagos son el origen de la infección de todo el reino animal. Como prueba definitiva, los investigadores ensayaron la probabilidad de que cada género -quirópteros, roedores, aves, seres humanos, cánidos o bovinos- haya sido la fuente de contagio. Según la filogenia de los paramixovirus -es decir, algo así como su árbol genético-, la probabilidad de transferencia de los murciélagos a otros animales es la más contundente.
La amenaza siempre planeaLos investigadores también han hecho un descubrimiento alarmante. Los quirópteros, aún hoy, podrían constituir el reservorio de ciertos paramixovirus que se creían propios de los humanos. En efecto, los científicos evidenciaron en estos pequeños animales especies de paramixovirus genéticamente parecidas a las observadas en el hombre, y estas podrían infectarlo nuevamente. Enfermedades infantiles, tales como el sarampión o las paperas, consideradas por la OMS como casi erradicadas, al menos en los países desarrollados, podrían reemerger. La hipótesis de una posible erradicación (3) excluye, en efecto, la presencia de cualquier reservorio animal.
Continentes en estado de precariedad Otra conclusión alarmante de este estudio es el descubrimiento de algunos virus extremadamente peligrosos en regiones del mundo donde no se sospechaban . Se trata, por ejemplo, de los virus Hendra y Nipah , dos patógenos emergentes que recientemente provocaron epidemias de encefalitis mortales en Asia y en Australia. Hasta hoy no se han detectado casos humanos en otras partes del mundo. Sin embargo, los investigadores los identificaron en los órganos de murciélagos africanos. En Gabón y en Ghana, donde se realizó el estudio, los dos agentes infecciosos están fuertemente presentes, por lo que se teme una posible emergencia en este continente .
A los murciélagos ya se los conocía como vehículo de enfermedades, tales como el Ébola o la rabia, cuyos brotes epidémicos son fulminantes, pero poco frecuentes y circunscritos geográficamente. Ahora se los identifica como reservorios potenciales de una multitud de infecciones que afectan al hombre y demás animales del mundo entero. Cualquier estudio epidemiológico acerca de los paramixovirus deberá, de ahora en adelante, tener en cuenta los datos ecológicos relativos a estos animales voladores.
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