El truco para encender rápido la chimenea sin papel ni pastillas

Entre ellos utilizar radiadores o calefactores es lo más habitual. Los primeros suelen pertenecer a un sistema de calefacción, que normalmente se alimenta de gas, gasoil o electricidad y, los segundos, también se enchufan a la red eléctrica. Algunas personas también recurren a los aires acondicionados con aire caliente, que también van con luz. Todas estas prácticas son eficaces pero tienen algo en común: incrementan notablemente la factura de la energía.

Ante esta situación, son muchos los que intentan buscar una alternativa a la calefacción, radiadores, estufas o calefactores, de modo que no se gaste tanto en gas o electricidad. Entre las opciones que se barajan, una bastante popular, siempre que se tenga, es la chimenea. Este sistema permite emitir mucho calor en poco tiempo y mantenerse, según cómo sea y el tipo de leña que se use, pero, en general, resulta lo suficientemente eficaz para calentar una habiación grande.

Si eres de los que tienen una chimenea tradicional en casa, quizá la parte que cuesta más o da más pereza es la de encenderla y conseguir que la llama se mantenga al principio hasta que prenda gran parte de la leña. Para esta tarea existen productos como pastillas o sustancias que ayudan a un prendido rápido, con el inconveniente de que pueden ser caras o hay que usar mucho producto para conseguirlo.

Otro elemento que se suele utilizar es el papel usado, pero tampoco es muy perdurable como para encender una gran fogata. A continuación te contamos una forma rápida, sencilla y barata para sustituir los métodos nombrados.

Para encender una chimenea con leña del tipo que convenga, siendo las de encina y roble las más solicitadas, puede costar al principio. Dejando a un lado las pastillas de encendido y otras sustancias, te contamos un truco casero con el que ahorrarás tiempo y dinero.

Se trata de utilizar corchos que tengas por casa de botellas, siempre corchos naturales. Para el truco, previamente se deben preparar estos corchos recopilados en un bote o recipiente donde hayamos echado bastante alcohol, de forma que queden impregnados. Pasadas unas horas o, si es posible, un día, estos elementos habrán absorbido el alcohol. Después simplemente habrá que sacarlos del bote para usarlos con cuidado para enceder el fuego.

Lo mejor será colocarlos junto con leña más fina y que prenda rápido debajo de la leña más gruesa. El corcho impregnado en alcohol prenderá muy rápido y mantedrá la llama durante un buen rato, siendo suficiente para encender la hoguera y que las llamas se vayan repartiendo, ahorrando en papel, que se apaga más rápido, y en pastillas, que son más caras.