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Un taxista de Barcelona devuelve a un cliente un objeto olvidado y lo que pasa le deja sin palabras: «El chaval me sacó...»

El conductor narra una curiosa anécdota que acaba de vivir durante un día de trabajo en la capital catalana

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Un taxista de Barcelona devuelve a un cliente un objeto olvidado y lo que pasa le deja sin palabras: «El chaval me sacó...» TIKTOK

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Ser taxista no es solo trasladar a personas en un vehículo. Se trata de una profesión que, además de habilidades en la conducción y conocimiento del territorio, también requiere de mucha paciencia y de saber tratar al cliente. Y es que, el taxista se convierte en ocasiones en un confidente y un consejero improvisado.

Cada jornada laboral puede resultar una auténtica aventura. Cada pasajero trae consigo una historia y, en ocasiones, dejan curiosas anécdotas al taxista que merece la pena ser contadas. Algunas de estas historietas se producen con motivo de los objetos que los clientes dejan perdidos en el vehículo.

Esto es lo que le sucedió a un taxista de Barcelona, quien encontró un objeto perdido en su vehículo y, cuando fue a devolvérselo al cliente al que pertenecía, se sorprendió con su reacción.

El taxista ha contado esta curiosa anécdota que vivió hace unos días en un vídeo publicado en su cuenta de TikTok (@elmorocatalan) que han visto ya más de 60.000 usuarios de la red social.

La curiosa anécdota de un taxista en Barcelona

«Me acaban de dejar la mayor propina que me han dejado en mi vida», comienza diciendo el taxista, quien se muestra sorprendido con el generoso gesto que acaba de tener un cliente con él. A continuación, cuenta cómo se han producido los hechos: «Escuchar lo que me acaba de pasar».

El taxista cuenta que trasladó a tres grupos distintos de clientes ese día: «Y los segundos me han dicho: 'Oye, aquí hay una llave de un Mercedes'». Unas llaves «potentes» que, según el conductor, pertenecían al modelo Clase G de la marca.

Entonces, el taxista intentó recordar a quién pertenecían estas llaves de coche. «¿Dónde los he cogido? Vale, iban al depósito de aquí de la grúa de Barcelona porque se habían llevado su coche», cuenta.

El taxista de Barcelona llamó al depósito de coches de la ciudad: «Me han dicho que no había ido nadie preguntando». Después, se puso en contacto con la Guardia Urbana, sin suerte tampoco. «Dando vueltas por la ciudad a ver si los veía, nada», continúa contando.

El conductor se trasladó después al hotel donde se alojaban los clientes y les había recogido alrededor de una hora antes. «Aparco el coche, me espero un minuto, voy a entrar y, justamente, pasan ellos. Les digo: 'My friend, ¿your keys?'. Me dice: 'Sí, no sé qué'», relata.

El taxista se comunicó después en español con una de las clientas que hablaba el idioma y le dijo: «'Perdona, es que he hecho todo lo posible para encontraros, me sabía muy mal que no me pudierais localizar vosotras, he preguntado por grupos de taxis...'».

Lo que el conductor no se esperaba era que el cliente reaccionara de una forma tan generosa. «Me dice: 'Ven conmigo al banco'», recuerda. «Y el chaval me saca 200 pavos de propina. Vaya maldita locura. 200 pavos. Me he quedado flipando», cuenta el taxista.

Además, el joven revela que los clientes le llevaron a ver su coche al depósito de Barcelona como colofón a un día que recordará para siempre: «He bajado con ellos y era un clase G blanco, pepino. Qué alegría. Día hecho, cosas que solo pasan en el taxi», celebra.

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