Cómo limpiar de forma correcta el agua de las ventanas

Dejar los cristales de tus ventanas limpios y sin ninguna marca puede ser complicado, te contamos un truco que te facilitará la tarea

El truco para limpiar tus cubiertos y que queden como nuevos

Limpiar el agua de las ventanas puede ser una tarea complicada Pexels

Tener la casa limpia y recogida es algo que supone una preocupación más para cualquier adulto. Ya sea viviendo solo o en compañía, las tareas del hogar son una de esas responsabilidades que cuesta hacer porque son tediosas, necesitan tiempo y energía o porque siempre ... tenemos algo más importante por delante.

Más allá de los típicos quehaceres diarios como barrer el suelo, fregar los platos o poner lavadoras, hay tareas que se deben realizar con menos frecuencia pero que también son necesarias para mantener el hogar en buen estado y que nos resulte agradable vivir en él.

Entre esas tareas menos habituales pero indispensables, está limpiar las ventanas, más concrentamente los cristales de las mismas. Aunque no es una parte de la casa que se ensucie demasiado por nuestro uso, sí que lo hace la parte que da a la calle. Ahora que las lluvias han estado y parece que van a estar más presentes, puede que estés pensando en limpiar tus ventanas porque se han acumulado muchas gotas de agua.

Si lo has intentado otras veces, seguramente recuerdes que es muy díficil quitar del todo las marcas del agua de las ventanas, puesto que las marcas tardan en irse con una limpieza normal de un paño y un limpiacristales. Además, estas superficies son propensas a que se queden marcas de zonas que no se han secado bien o a las que no hemos llegado porque, según la luz, se aprecian más o menos.

La forma más eficaz de limpiar el agua de los cristales de tus ventanas

Para ponerle solución a esto, te traemos un truco para limpiar el agua de tus ventanas y sus cristales y que queden relucientes. Es un método sencillo, barato y que requiere de un poco de tiempo más que el habitual en limpiar los cristales. Para empezar, limpia las ventanas como lo haces normalmente.

Después mezcla a partes iguales agua tibia y vinagre blanco de limpieza. Cuando tengas la mezcla hecha, moja en ella un trapo muy suave o una esponja, con la que empezarás a limpiar el cristal en forma circular, sin apretar pero insistiendo en todas las zonas de la superficie.

Acto seguido, debes enjuagar el mismo paño suave o esponja, escurrirlo y retirar la mezcla anterior con la que habíamos frotado las ventanas. Después, coge un trapo seco, si puede ser de microfibra, también suave o, en su defecto, un papel de periódico limpio. Ambas opciones son válidas para secar tus cristales y dejarlos sin ninguna zona mojada, pues este suele ser el causante de que los cristales no queden impolutos y después notes marcas en ellos.

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