Un estadounidense revela lo que no le ha gustado de las bodas españolas y por qué no quiere volver a una: «Nadie me lo advirtió»

Sin embargo, para aquellos que no han acudido nunca como invitados a una boda en España, esta puede resultar algo diferente a lo que han visto hasta entonces. Esto es lo que le ha sucedido a Cousin Marcus, un estadounidense que acudía hace unos días a su primera ceremonia desde que vive en nuestro país y que se ha quedado completamente asombrado con esta experiencia que hasta ahora no había podido disfrutar.

Así lo ha relatado el joven norteamericano en un vídeo publicado en su cuenta de TikTok (@permanentmarcus1) y que acumula ya más de 220.000 visualizaciones y 10.000 likes. En él, el americano ha señalado que, a pesar de ser «una de las experiencias más bonitas e increíbles de su vida», tiene «un problema con ellas» y no piensa en repetir como invitado, al menos «por un tiempo».

Para explicar el «problema» que tiene con las bodas españolas, el creador de contenido digital ha comenzado relatando que el evento comenzó a mediodía, cuando un autobús llevó a todos los invitados hasta un pueblo cercano a la ciudad de Santander. «Lo hacen por seguridad, para que la gente no tenga que conducir después de beber», ha justificado el estadounidense, que no se esperaba que la fiesta se extendiera durante más de medio día.

«Estuvimos desde las 12 del mediodía hasta la medianoche, bebiendo y bailando todo el día. ¡Estás de fiesta con las mismas personas durante 12 horas!», ha comentado el norteamericano, recordando que esto es casi como un «turno de trabajo juntos». «Yo y todas estas otras personas hemos trabajado juntos y nadie me advirtió de que íbamos a hacer esto durante un tiempo», he bromeado.

Más allá del alcohol y de la extensa fiesta a la que no estaba acostumbrado, el gran problema para Marcus fue no tener la opción de irse cuando se sintió cansado, pues dependía del autobús para volver a Santander. Al no haber traído su coche, el joven tenía que esperar a que el resto de invitados comenzaran a irse para poder abandonar la ceremonia.

«No podía irme. El problema no es que la boda dure 12 horas, el problema es que estaba secuestrado y obligado a estar de fiesta, a bailar y a beber durante 12 horas. Estaba cansado, quería irme a casa y no podía porque era un rehén, una víctima de la fiesta», ha recordado entre risas.

A pesar de ello, ha asegurado que las bodas españolas son una gran ceremonia, aunque, por el momento, no tiene intención de regresar a una a no ser que «pueda conducir»: «Me lo pasé muy bien, pero no voy a volver a una a menos que pueda coger mi propio coche. Os recomiendo ir a una, pero cerciórate antes de que puedes conducir al enlace», ha recomendado Cousin Marcus a sus seguidores que quieran probar esta experiencia.