Un enfermero explica si el tamaño realmente importa a la hora de tener relaciones satisfactorias: «A mí no me salen las cuentas…»

Una de las ideas más extendidas en torno a esta cuestión es la importancia del tamaño del pene a la hora de mantener relaciones íntimas satisfactorias. Mientras algunas personas lo consideran un factor determinante en el placer, otras argumentan que la técnica, la conexión emocional y la comunicación juegan un papel mucho más relevante.

Existen muchos estudios y teorías que intentan aclarar hasta qué punto influye el tamaño en la calidad de las relaciones íntimas o si, por el contrario, es solo una construcción social cargada de estereotipos. En este sentido, el enfermero Jorge Ángel, especializado en enfermería familiar y comunitaria y popular divulgador en redes sociales, ha querido explicar cuánto hay de cierto en esta idea.

«¿Importa tanto el tamaño?», comienza preguntando Jorge Ángel en un vídeo publicado en su cuenta de Instagram (@enfermerojorgeangel). El enfermero avanza que se trata de un mito: «Vamos a romper una leyenda urbana».

En este sentido, el experto va desgranando una serie de datos que explican que se trate de una falsa idea preconcebida. «Recordad que el pene mide de media contento unos 14 centímetros», explica el enfermero que, no obstante, advierte que «otra cosa es que, por ejemplo, mida menos de 5 centímetros, ahí puede haber problemas de desarrollo u hormonales que tienen tratamiento».

Por otro lado, señala Jorge Ángel, «la vagina relajada mide de 8 a 11 centímetros de media». Además, este conducto muscular de las mujeres, que va desde el útero al exterior del cuerpo, «tiene la capacidad de adaptarse a diferentes tamaños, ya que sus fibras musculares son muy elásticas», explica.

Asimismo, expone el creador de contenido, en el caso de los hombres, su punto G se sitúa «a cinco centímetros del recto».

Teniendo en cuenta toda esta información, el enfermero concluye que el tamaño del pene no es una cuestión relevante a la hora de mantener relaciones íntimas satisfactorias. «A mí no me cuadran mucho las cuentas. ¿Para qué quieres un tamaño descomunal con los datos que acabamos de dar?», termina diciendo.