Una compañía energética alerta de un error que hace que pagues más en la factura de la luz: «Hemos detectado que 1 de cada 5 hogares...»

Todos los días del año se realiza una subasta, donde en base a las mejores estimaciones de producción y consumo de electricidad de cada participante en el mercado (productores, comercializadores y consumidores directos) se determina el coste de producción/consumo de electricidad para cada hora del día siguiente. Este mecanismo de fijación de precios, conocido como 'pool', es el estándar internacional cuyas reglas fundamentales se rigen por la demanda y oferta disponible en cada momento. En un escenario de mayor penetración de energía renovable, con un recurso que no podemos controlar (si hay más o menos radiación solar o sopla más o menos viento) se generan distorsiones por el lado de la oferta.

Sucede de igual manera en varios mercados europeos, así como en Estados Unidos: a mayor generación de fuentes renovables, en ciertos horarios hay mayor aportación de electricidad que demanda, lo que hunde los precios únicamente en determinados horarios.

«Los precios negativos evidencian un desajuste entre oferta y demanda. Por otro lado, es clave avanzar hacia una mayor flexibilidad del consumo, lo que permite evitar congestiones de red y reduce el uso de tecnologías contaminantes», explica Andrés Gil, experto del sector energético en Octopus Energy.

No todos los hogares pagan lo mismo por el uso de la energía - sino que depende de su tipo de contrato. Los usuarios pueden contratar la electricidad en el mercado libre, es decir, con la comercializadora de su preferencia, o acogerse al Precio Voluntario para el Pequeño Consumidor (PVPC). Este último tiene una naturaleza variable, ya que el precio de la electricidad varía hora a hora.

La mayoría de contratos del mercado libre tienen el mismo valor para todas las horas del día. El consumidor en esta modalidad de contrato no se beneficia de estos precios negativos. Sin embargo, un cliente en una tarifa a precio variable o indexada al mercado hora a hora podrá capturar estas variaciones de precio en su factura ya sea a través del PVPC o en ofertas específicas del mercado libre.

«Desde Octopus Energy trabajamos para ayudar a los clientes a elegir la tarifa que mejor se adapte a su estilo de vida. Tenemos propuestas personalizadas para cada hogar con tarifas estables que blindan tu presupuesto o planes flexibles para quienes puedan ajustar sus horarios de consumo. Así, logramos optimizar el coste energético aprovechando al máximo la electricidad generada por la instalación solar o minimizamos el coste de recarga de un vehículo eléctrico en casa», apunta Gil.

«Aunque parezca contraintuitivo, el propio coste de la energía solo representa una parte de la factura final que llega al consumidor», resalta Gil, quien detalla que la potencia, los impuestos, los costes de transporte, los márgenes de la comercializadora y los servicios de ajuste equivalen a más de la mitad del precio que pagan los hogares.

Por ejemplo, desde Octopus Energy señalan un cambio significativo que pueden hacer los hogares: chequear la potencia contratada. Se trata de un coste fijo que representa en torno al 30% del total de la factura. «Hemos detectado que 1 de cada 5 hogares tiene contratada una potencia superior a la que realmente necesitan», agrega Gil.

En materia de impuestos, el comienzo de este año marcó el final del IVA reducido en el recibo de la luz, que volvió al 21%, algo que muchos consumidores notaron en los primeros meses de 2025.

Con la llegada del verano y el aumento de las temperaturas, las familias españolas suelen experimentar un incremento significativo en sus facturas de electricidad. Este aumento se debe principalmente al uso intensivo de aires acondicionados y otros dispositivos con los que se busca refrescar los hogares. En ciudades como Madrid y Sevilla, el consumo energético puede incrementarse hasta un 30%.

«Un momento de descanso, y ante las noticias de los precios negativos en el mercado mayorista, puede ser un buen momento para revisar el consumo energético de la casa. Esto permite, por ejemplo, tomar decisiones informadas, como si merece la pena sustituir un electrodoméstico antiguo por uno más eficiente o valorar cómo de aislada está nuestra casa», comenta Gil.