Un abuelo atraca con un fusil un supermercado para acabar detenido y estar así junto a su nieto encarcelado
El hombre de 69 años quería ayudar así a su familiar, que estaba sufriendo agresiones entre rejas
Un taxista de Barcelona lleva a unos clientes al aeropuerto y esto es lo que pasa al dejarlos: «Me he quedado flipando»
Barcelona
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Iniciar sesiónEs sabido que el amor por un ser querido puede llegar a provocar que uno cometa locuras y, de hecho, cuando ocurre son muchos los casos que llegan a traspasar fronteras y dar la vuelta por todo el mundo. Recientemente, por ejemplo, se viralizó ... la historia de un joven que pidió matrimonio a su pareja tras fingirle que el avión en el que estaban volando se había estropeado.
El amor, con todo, no es solo entre parejas y la estima por un progenitor, hermano, abuelo o nieto puede desencadenar locuras. Esto último es lo que pensarán muchos de los que conozcan la historia surrealista de un abuelo de 69 años de la región caribeña de Guadalupe que decidió que tenía que acabar detenido para poder reencontrarse con su nieto, que estaba encarcelado y que no lo estaba pasando bien allí.
Los hechos ocurrieron a finales de septiembre en Sainte-Rose, en la isla de Basse-Terre. El hombre vio que cometer un atraco le podría abrir las puertas de la prisión y se dispuso a hacerlo en un supermercado, precisamente el que estaba justo al lado de la comisaría de la policía local. Se presentó encapuchado con una prenda de la época en la que había trabajado como bombero, y amenazó a los empleados con un fusil que previamente escondió en su carro de la compra.
«Estaba desesperado»
El hombre solo cogió un trozo de queso emmental y una botella de vino antes de perpetuar el intento de atraco. Quedó arrestado al momento y de hecho no ofreció resistencia alguna ante agentes policiales que desde el primer momento quedaron sorprendidos por el perfil del delincuente y su 'modus operandi'.
Todo tenía su explicación. Y es que, al parecer, el anciano descubrió que su nieto estaba sufriendo agresiones y humillaciones constantes entre rejas por parte de otros recursos. Según 'Le Parisién', que se hizo eco de la noticia, su abogada de oficio, Léa Le Chevillier, explicó que el hombre había quedado muy preocupado tras visitar a su nieto en prisión y ver, desde el locutorio en el que pudieron hablar, que iba con un diente roto.
En otras ocasiones también le había visto moratones. «Estaba desesperado: no le interesaba el dinero, solo quería entrar en prisión para estar con su nieto, al menos durante las horas de patio», defendió la abogada. Ahora, el hombre está acusado de robo con arma, violencia agravada y resistencia a la autoridad.
Sin embargo, el sexagenario, que según medios locales no tenía ni un solo antecedente penal, «reconoció los hechos» y pudo ser juzgado y condenado rápidamente a 15 meses de prisión, de los cuales 5 pueden llegar a ser bajo arresto domiciliario dado sus problemas cardíacos. El hombre deberá indemnizar a las víctimas y no podrá volver a entrar en el supermercado donde ocurrieron los hechos pero podrá seguir visitando a su nieto en prisión de forma legal.
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