Las mil funciones de Sergio Ramos

El andaluz triunfó muy joven en el Sevilla como lateral derecho y ya dejaba avisos de su calidad como central. Florentino Pérez supo muy pronto la proyección del defensa y lo fichó para el Real Madrid en 2005. Desde entonces ha labrado una carrera de éxitos, en el club blanco y en la selección. Y ha demostrado su capacidad para ejercer bien una variedad de misiones como futbolista. Su éxito comenzó como lateral derecho. Del Real Madrid y de España. Hasta que el conjunto blanco le situó como central. Del Bosque tardó más tiempo en colocarle en el centro de la zaga, porque estaban Puyol y Piqué.

En el Madrid se hizo rápidamente con el mando del equipo desde atrás. Sacaba el balón jugado, daba pases largos, gritaba para colocar a sus compañeros, defendía con anticipación, daba coraje al conjunto, lideraba al grupo en los malos momentos y marcaba goles de cabeza, su especialidad ofensiva, cuando más hacía falta. Sin olvidar su disparo desde lejos.

Sus testarazos al Bayern, al Atlético y al San Lorenzo de Almagro en 2014 han pasado a la historia de la Champions, del Mundial de Clubes y del Real Madrid. «La Décima es de Ramos», comentaban sus compañeros, tras anotar aquellos dos golazos al Bayern en semifinales y a los rojiblancos en Lisboa.

Meses antes, Ancelotti le había situado en el Camp Nou como medio centro. Sucedió en octubre de 2013. Fue una equivocación. El entrenador cambió de idea en el descanso de aquel partido. Ahora, frente al Atlético, en cuartos de final de la Copa de Europa, la cabra volvió a tirar al monte y el técnico colocó a Sergio como interior derecha. También arriesgó. Y la victoria por 1-0 le salvó de la quema táctica y general.

Valiente este italiano que ahora piensa cumplir el sueño del andaluz: «Lo que me gusta es ser delantero centro». Y Ancelotti se lo ha prometido: «Quiere jugar de delantero centro y un día le pondrá de nueve». Y lo hará.