Benzema y Bale esperan jugar las semifinales

La «Juve» se siente contenta con el resultado del sorteo. Le ha tocado el enemigo que deseaba (?). Pues ya lo tiene. Ellos sabrán por qué. Buffon, su referente, lo debería explicar al finalizar la eliminatoria. El primer partido se disputará en Turín el 5 de mayo. El segundo, el día 13 en el Bernabéu. Y Ancelotti espera contar en ambos encuentros de semifinales con dos de sus estandartes lesionados, Bale y Benzema. Modric obtendrá el alta para disputar las dos últimas jornadas ligueras y la hipotética final de Berlín el 6 de junio.

Bale le ha dicho a su entrenador que su dolencia en el sóleo de la pierna izquierda se curará pronto: «Míster, estoy listo en diez días». Se perderá los duelos contra el Celta, el Almería y el Sevilla, para reaparecer a tope en el enfrentamiento de Turín.

Benzema tiene plazos más justos de recuperación de su esguince en la rodilla derecha, producto de un golpe en el derbi europeo del Calderón. Trabaja al límite del tiempo para estar el día 5 en Turín. Ha viajado a Lyon con el fin de ser tratado por una eminencia en las lesiones de rodilla, Bertrand Sonnery-Cottet. De acuerdo con Jesús Olmo, doctor del Real Madrid, el delantero francés permanecerá en el Hospital Jean Mermoz hasta el lunes.

El alta de Marcelo, sancionado frente al Atlético, agranda una ilusión de sentirse fuertes que consolidó el buen rendimiento ante el Atlético de suplentes como Chicharito y Coentrao.

La Juventus y el Real Madrid se han enfrentado en dieciséis oportunidades en la Champions. El balance presenta ocho victorias blancas, un empate y siete triunfos turineses. Sólo se han visto las caras en una final, la de Amsterdam 98, con el gol inolvidable de Mijatovic que selló la Séptima tras treinta y dos años de espera madridista. Zidane jugó con los blanquinegros y perdió aquel duelo. Tres años más tarde, Florentino Pérez le preguntó, escrito en una servilleta, si quería fichar por el Real Madrid. Zinedine le contestó en esa servilleta, «blanca, claro: sí». Y el presidente acometió la operación. Once meses después, el francés marcaba el golazo de la Novena, imagen emblemática del torneo.

Los dos clubes se han medido cinco veces en eliminatorias, con el historial de dos triunfos madridistas (1961-62 y 1986-87) y tres italianos (1995-96, 2002-03 y 2004-05). En la campaña 2002-03, el conjunto español cayó en semifinales. Figo falló un penalti en el partido de vuelta (triunfo italiano por 3-1 en Turín), que superó la victoria blanca por 2-1 en el Bernabéu.

Casillas y Buffon ocupaban las porterías en aquellas semifinales. Lo mismo sucederá ahora, doce años después. Ibrahimovic jugaba en el conjunto blanquinegro. Hierro era el líder de la defensa blanca.

El enfrentamiento presenta el morbo del retorno de Morata al Bernabéu, tras su traspaso al equipo italiano por 30 millones de euros. Y la incógnita es la participación de Pogba. El francés se lesionó en el muslo derecho el 10 de marzo y existe una luz de esperanza para que pueda jugar las semifinales.

El Real Madrid buscará su decimocuarta final  en un esfuerzo titánico de sus futbolistas, que cubren el desgaste con su fuerza moral. Isco jugó frente al Atlético con una luxación de hombro sufrida en el Calderón. Ramos y Cristiano terminaron tocados. El portugués se entrenó bien ayer. El sevillano estuvo en el gimnasio. La fe en la Undécima lo supera todo.