Real Madrid
Carlo Ancelotti regresa a Riazor, el campo de sus pesadillas
El italiano regresa diez años después de la catástrofe que vivió como técnico del Milán, en la que su equipo cayó derrotado 4-0 y fue apeado en cuartos de la Liga de Campeones
S. D
Carlo Ancelotti, entrenador del Real Madrid , regresa a tierras gallegas y, para mayor exactitud, al estadio de Riazor, en A Coruña. El italiano no ha pisado en demasiadas ocasiones esa bella ciudad, pero, cuando lo ha hecho, ha salido invadido de recuerdos que difícilmente ... escaparán del baúl de su memoria. Su primera visita fue en el año 2000 y se saldó con un empate a un gol, cuando dirigía a la Juventus, mientras que en el curso 2002-2003 obtuvo la victoria con el Milán tras derrotar a los gallegos por 4-0. Por entonces nada hacía presagiar que aquel estadio iba a convertirse poco tiempo después en un verdadero infierno para sus recuerdos.
La verdadera espina que guarda Carlo Ancelotti se remonta a su etapa como técnico del Milán.Corría el año 2004 cuando los «rossoneri» partían como favoritos indiscutibles para revalidar la Champions conseguida el año anterior. Durante el sorteo, el azar de las bolas emparejó al Milán con el Deportivo en los cuartos de final de la competición.
La ida se disputó en San Siro , donde los gallegos fueron masacrados 4-1 por los campeones. No obstante, la vuelta en Riazor se tornó en una pesadilla para los italianos. Bajo el embrujo gallego el Deportivo endosó un 4-0 a un rival en el que sobresalían figuras de talla mundial como Pirlo , Kaka , Maldini, Shevchenko, Nesta o Cafú.
Desde entonces el italiano no ha vuelto a pisar ese campo de pesadillas. Los recuerdos de Ancelotti se entrelazarán con los de un Real Madrid que, tras obtener un empate y una victoria en sus dos últimas visitas al estadio, parece haber superado la denominada «maldición de Riazor».
Esta tarde (16,00, C+Liga y GolTV) el técnico y sus pupilos tienen la tarea de continuar puliendo sus recuerdos. Por el momento parece que nada de esto afecta a Ancelotti, que en la rueda de prensa previa al partido aseguró sentirse confiado con el equipo. Ahora, a seis puntos del Barcelona , fallar no está permitido. Y levantarse comienza a ser una verdadera obligación. Una vez más, Riazor intentará volver a frenar el entusiasmo blanco.
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