Cinco claves del mal inicio en Liga del Real Madrid

Mala política de fichajes y ventas

El verano en las oficinas del Bernabéu, como cada periodo estival, estuvo bastante animado, aunque en esta ocasión parece que con mayor desatino que acierto. El club vendió a Diego López, Morata Di María y Xabi Alonso (a última hora y de manera inesperada), estos dos últimos, jugadores claves en la consecución de la Décima e insustituibles en el esquema 4-3-3 de Ancelotti. Sin ellos, la magia de este sistema se ha roto. Kroos y James son muy buenos, pero el alemán no es Alonso y el colombiano no es el «Fideo». Son cromos distintos y el Madrid tiene que empezar de cero a pesar de haber ganado la Décima. La pregunta es obvia: ¿Era necesario tanto cambio? Parece que no. En el fútbol, lo que funciona bien es mejor no tocarlo.

Mala lectura de los partidos de Ancelotti

El técnico italiano ha comenzado la temporada como sus jugadores: espeso. Tanto en la Supercopa de España como en el partido de Liga, Simeone le ha dado una lección táctica que Ancelotti no ha sabido contrarrestar. Mal en los cambios y en las lecturas de los partidos. Insiste con su 4-3-3 pero con Kroos y James este sistema no funciona. O da con la tecla rápido o en octubre puede haber perdido la Liga y, quizás, la paciencia de la planta noble del club.

Casillas, señalado por su gente

Lo del capitán del Real Madrid es un callejón sin salida. El desapego de su afición hacia el otrora mejor portero del mundo es total. A pesar de la marcha de Diego López, la situación de Casillas no ha mejorado, sino todo lo contrario. Sí, es titular, pero ya no es ese portero que hacía milagros domingo sí, miércoles también. Todo lo contrrario. Cada disparo del contrario es gol y, lo que es peor, muestra preocupantes signos de inseguridad y desconfianza. Si no sube el nivel le espera un año «molto longo» en Chamartín o, incluso, un regreso precipitado al banquillo.

Benzema, sin gol y sin ganas

El nueve del Real Madrid de los últimos años no ha necesitado ser un «killer» del área. Con Cristiano en el campo, la responsabilidad y el peso de marcar goles siempre ha caído en el luso. De este modo, los números de Benzema de cara a portería pasaban desapercibidos. Pero Ronaldo, mermado por las lesiones, ya no es una trituradora de equipos rivales y ahora es cuando más se echa de menos un delantero centro depredador. Benzema ni se le asoma. Suma dos goles en los últimos seis meses con la camiseta del Madrid. Chicharito, su recambio, no parece tampoco la mejor solución a la sequía blanca. Falcao voló a Manchester... Mala pinta.

James y Bale, desubicados y desaparecidos

El colombiano, uno de los mejores jugadores del Mundial y Bota de Oro del mismo, no está triunfando en sus primeros dos meses con la elástica blanca. Ancelotti le ha puesto a hacer de Di María pero el «cafetero» no tiene nada que ver con el argentino. James es un 10, un jugador letal de tres cuartos de campo hacia adelante, pero en su puesto de interior izquierdo se le ve perdido y agotado por un despliegue físico al que no está acostumbrado. Por eso Isco no tiene un hueco en este once. El Madrid del 4-3-3 no está creado para mediapuntas.

Mientras, Bale, que disputó el Campeonato del Mundo y ha tenido más vacaciones que nadie, no lo parece. El galés ha comenzado la temporada perdido por su banda derecha, sin apenas asociación con sus compañeros, ni influencia en el juego. Se le ve ansioso, pelín egoísta y sin la chispa necesaria en un futbolista tan físico.